viernes, 8 de julio de 2011 Delirium Publicado por Leyna en 16:42

Una vida sin amor es una vida sin sufrimiento: segura, medida, predecible y feliz. Por eso cuando los habitantes de esta ciudad del siglo XXII cumplen los 18 años, se someten a la intervención, que consiste en la extracción de la parte del cerebro que controla las emociones. Lena espera ese momento con impaciencia, hasta que un día se enamora...


Nos situamos en el siglo XXII, una época en la que todo está excesivamente controlado y en la que el amor ha sido considerado una enfermedad que puede resultar mortal.
Para evitar problemas, todos los individuos son intervenidos al cumplir los 18 años, de forma que su existencia sea tranquila y feliz.
Lena está deseando que llegue el día de su operación, pues su madre murió a causa del amor y teme que la ocurra lo mismo... hasta que poco antes de cumplir la mayoría de edad se enamora y todo en lo que había creído desde pequeña comienza a tambalearse.



Veredicto: No me ha gustado.


Motivos:
1. El ritmo es tremendamente lento y pesado.
Pasan páginas y páginas sin que ocurra gran cosa, la acción no empieza hasta los últimos capítulos y cada escena se alarga hasta lo interminable. Podría tener muchas menos hojas de las que ocupa sin que el lector se pierda nada importante.

2. Las excesivas y espesas descripciones.
Como ya me ocurrió con "Si no despierto", otro libro de la autora (reseña AQUÍ) considero que las descripciones que contiene la obra son muy abundantes, lo que provoca que la novela sea densa y aburrida por momentos.
¿Es necesario que el lector sepa cómo huele la calle cada vez que Lena sale de casa? ¿Que se nos informe sobre todos y cada uno de los elementos con los que encuentra por el camino? A mí parecer, no.

3. Los personajes.
Sólo Alex me cayó bien, un chico atractivo, comprensivo, desafiante, valiente y con personalidad.
Salvo él, el resto del elenco no me gustó: Lena pertenece al club de las protagonistas sosas, inseguras y pasivas; Hana, su mejor amiga, va de progresista y rebelde y es una cobarde más que sigue al rebaño; y la tía, hermana y una de las primas de Lena (la pequeña es muy mona) me sacaban de quicio, son insufribles.

4. Lo repetitivo de las cavilaciones de Lena.
La prota se pasa gran parte de la novela pensando, y esas reflexiones podrían resultar interesantes salvo porque siempre está dando vueltas a lo mismo, con los mismos argumentos y prácticamente con las mismas palabras; cosa que me resultó muy cansina.

5. La escasez de diálogos.
En mi opinión, para agilizar la trama, la obra debería contar con más diálogos, porque además de no haber muchos, entre frase y frase nos encontramos con unos párrafos enormes que casi hacen que, cuando se retoma la conversación, se nos olvide de lo que estaban hablando los personajes.

6. El final.
Un final que me gustó casi menos que el resto del libro. La novela termina en lo más emocionante con un abiertísimo desenlace (aunque tengo bastante claro lo que creo que ocurrirá en su segunda parte; ¡no os perdáis el próximo "Desarrollando la intuición", pues expondré mis teorías sobre cómo pienso que continuará Delirium!)


Resumen:
Esta primera obra de trilogía tiene una historia que, en mi opinión, podría haberse aprovechado más.
Un ritmo lentíiiiiiiiisimo, unos personajes con los que cuesta empatizar y que no me llegan, y una narración densa y costosa.
No seguiré leyendo esta la saga.


Leyna