Reseña: Para siempre, Lara Jean

Lara Jean está disfrutando del su mejor año. Va a graduarse. Está completamente enamorada de su novio, Peter. Su padre está a punto de volver a casarse. Y Margot regresará a casa en verano justo a tiempo para asistir a la boda. 
Pero en el horizonte se acercan cambios… Y mientras Lara Jean se divierte ayudando en los preparativos de la boda, no puede dejar de pensar que tendrá que tomar decisiones muy pronto. Ha de escoger una universidad, y eso puede dar un vuelco en su relación con Peter...





 
Así como el segundo libro me gustó aún más que el primero, éste es el que me ha parecido más flojo. Ojo, lo he disfrutado mucho; me encanta el ambiente de las novelas de esta trilogía, pero creo que es una última parte algo repetitiva en ciertos temas y totalmente prescindible, ya que no hay grandes cambios significativos y cuando la acabamos nos quedamos más o menos igual que al empezar.

Como dije en la reseña de P.D. Todavía te quiero, la trama de estos libros es una “excusa” (dicho como algo positivo) para considerar temas más serios y etapas de la vida. En este caso, el trasfondo de la obra habla de crecer, hacer sacrificios, enfrentarse al futuro, tomar decisiones y saber qué es lo que verdaderamente queremos (y creemos que merece la pena) para luchar por ello.

Siempre hay tramas que llaman más la atención y otras que atraen menos, y en novelas anteriores me gustaban incluso aquellas que de normal no despertarían tanto mi interés. Sin embargo, en este caso, había partes del argumento que me eran indiferentes y que deseaba que ocuparan menos páginas. Creo que el tiempo dedicado a cada tema no está bien equilibrado, ya que se da demasiado protagonismo a tramas secundarias mientras que las principales quedan relegadas a un segundo plano. Quizá por eso se me hacían menos llamativas algunas temáticas, porque tenía ganas de que llegara lo verdaderamente importante. Este es uno de los fallos de la historia: que hay bastante paja y que las tramas principales se desarrollan poco y tarde.

Otra cosa que me ha desinflado es que siento que hay pocas escenas entre Peter y Lara Jean. Eché en falta que compartieran más momentos “de verdad”. No hay mucho que decir sobre los personajes, ya que siguen siendo los mismos de siempre, pero he de mencionar que noté una pequeña evolución. Lara Jean, dentro de su timidez y retrospección, parece que es algo más decidida y me gustó que tuviera tan claras ciertas cosas. Peter muestra su lado más entregado y comprometido en esta entrega y, bueno, es un personaje que me encanta así que eso hizo que lo adorara todavía más. A Margot, esa hermana mayor tan responsable y estricta, la vi algo más relajada, a pesar de que me resultó injusta en determinadas ocasiones.

La narración de la autora sigue siendo destacable, con ese ambiente tan mono, cuqui, romántico y con un toque de nostalgia que crea con su pluma. Considero que los sentimientos, miedos y dudas de los personajes son completamente lógicos, naturales y creíbles. Me gusta cómo profundiza en la psicología de su elenco y su manera de relatar los momentos más emocionantes y emotivos.

Aunque, como ya he mencionado, algunas tramas no me entusiasmaban (o, más bien, la cantidad de páginas con las que cuentan) el ritmo no se me hizo pesado. Este tercer libro, al igual que los anteriores, se lee con facilidad.

El final me ha gustado, pega con la saga un desenlace bonito y dulce, pero se me antoja precipitado. Es como si durante todo el libro se hubiera cocido la historia a fuego lento, asentando bien sus pilares, para que de repente la resolución sea rápida y algo repentina. Mucha introducción y poco desarrollo.

Reseña de A todos los chicos de los que me enamoré AQUÍ

Reseña de la película AQUÍ

Reseña de P.D. Todavía te quiero AQUÍ

Para siempre, Lara Jean es un desenlace de trilogía lleno de ternura y dulzura (como caracteriza a la saga) pero que no aporta nada nuevo.

Leyna