Cuando Helene era joven, soñaba con el hombre perfecto y llenaba sus libretas con historias sobre el amor en su estado más puro en las que él era el protagonista. Ahora, tras un divorcio complicado, ha dejado atrás esas fantasías infantiles y se ha mudado a un pequeño pueblo de Alaska, donde está decidida a escribir su novela de una vez por todas y a labrarse una nueva vida sin un romance de por medio. Pero el destino tiene otros planes... Pronto, Helene conoce a Sebastien Montesco, un apuesto pescador que es el héroe de sus historias en carne y hueso, incluso en los más pequeños detalles. Pero ¿cómo es posible que un hombre que ella imaginó exista en el mundo real? Mientras Helene intenta descubrir la verdad tras su existencia, Sebastien está decidido a ocultársela, pues es un hombre cuya vida ha estado marcada por las desgracias y guarda un secreto que le ha roto el corazón una y otra vez. Sin embargo, las sombras del pasado regresan, poniendo en peligro el futuro de Helene y Sebastien incluso antes de que comience, y dejando claro que no será fácil forjar un nuevo desenlace para la historia de amor más grande de todos los tiempos.
Los cien amores de Julieta es una versión de Romeo y Julieta donde nuestros protagonistas se van encontrando, vida tras vida, a lo largo de los siglos.
Esta trama me llamó la atención al instante y me causó mucha curiosidad, no sólo por ver cómo se reinterpretaría el clásico, sino también por descubrir cómo sería este tipo de historia en la época actual.
Mientras que Romeo/Sebastien recuerda todas sus vidas pasadas, sus encuentros con Julieta/Helene y el final de todos esos romances, ella no es consciente de nada.
Esta perspectiva me encantó, ya que me resultó sumamente interesante explorar cómo lo vivían ambos, cada uno desde una situación totalmente distinta. Es un gran acierto que el libro esté narrado desde los dos puntos de vista.
La autora nos pasea a lo largo de diferentes épocas y momentos históricos a la par que nos muestra cada historia de amor entre nuestros protagonistas.
Estos fragmentos, presentados en forma de recuerdos, no son muy largos, pero sirven para conocer más del pasado de Helene y Sebastien y dejan espacio para centrarnos en la historia del presente.
Pérdida tras pérdida, Sebastien se ha convertido en una persona solitaria, rota y distante. Ha llegado un punto en el que incluso decide llevar a cabo un aislamiento voluntario para no encontrarse con Julieta y así no perderla de nuevo. No es de extrañar, debido a las tragedias que ha experimentado y de cómo siempre lucha en vano por romper esa trágica maldición.
Esta trama de realismo mágico cuenta con una narración sencilla pero bonita que invita a seguir leyendo. Ha sido una intrigante experiencia el ir descubriendo la historia de los personajes y las circunstancias que los separaron en otras vidas.
Los cien amores de Julieta es una obra sobre vidas pasadas, almas rotas y un romance que va más allá del tiempo. Un libro precioso y emotivo.
Leyna