lunes, 16 de agosto de 2010 Cantos de Súcubo Publicado por Leyna en 15:12

Nuestra protagonista es Georgina Kincaid, un súcubo patético...o sea:

Súcubo (n.):Demonio seductor, capaz de cambiar de forma, que tienta y proporciona placeres a los mortales del sexo masculino.
Patético (adj.): Súcubo con unos zapatos estupendos y ninguna vida social.

Cuando se trata de trabajos infernales, ser un súcubo parece de lo más glamuroso. Una chica súcubo puede ser todo lo que se le antoje, su armario daría envidia a cualquiera y los hombres mortales harían lo que fuese por un simple roce suyo, aunque el precio a pagar... a menudo sea su alma.

Pero la vida de Georgina Kincaid, residente en Seattle, dista de ser tan exótica. Su jefe es un demonio de nivel de mando intermedio enganchado a las películas de John Cusack. Sus mejores amigos inmortales no dejan de tomarle el pelo a propósito de aquella vez que asumió la forma de la Diosa de los Demonios, látigo y alas incluidas. Y lo peor: no puede tener una cita decente sin que el chico sufra graves consecuencias...

Al menos cuenta con su trabajo diario en una librería de la localidad: libros gratis, todo el café con chocolate blanco que quiera y fácil acceso al atractivo autor de best-sellers Seth Mortensen, alias Aquel Que Daría Cualquier Cosa por Tocar pero No Puede.

Pero soñar con Seth deberá esperar. Algo turbio se trama en la escena demoníaca underground de Seattle. Y para variar, ni sus encantos ni sus frases lapidarias servirán de nada, pues Georgina está a punto de descubrir que hay algunas criaturas ahí fuera que no encajan ni en el cielo ni en el infierno...


Georgina es un súcubo, es decir, un demonio que absorbe la energía vital de los hombres mortales a través del sexo. Actualmente, y después de varios siglos de su transformación, trabaja en una librería y vive con su gata en un acogedor apartamento.
Una de sus reglas autoimpuestas es no acostarse nunca con hombres decentes, pues se siente culpable al arrebatar energía a las buenas personas, por lo que sólo se decanta por los canallas.
Sin embargo, el cosmos no parece estar de parte de esta peculiar "mujer", pues de repente aparecen dos estupendos mortales en su vida, con los que intentará (en vano) no relacionarse: el primero es Seth Mortensen, su escritor favorito y al que considera un genio, aunque su introversión queda patente en cada uno de sus encuentros; el otro es Roman: atractivo, carismático y atrevido.
¡Georgina para el carro! Porque los tonteos deberán pasar a un segundo plano cuando se descubra que un ser está matando tanto ángeles como demonios... y nuestra protagonista y cualquiera de sus amigos inmortales pueden ser los siguientes...


Richelle Mead (sin duda compraré cualquier libro que lleve su nombre) vuelve a demostrar su talento, picardía, creatividad y sentido del humor en Cantos de Súcubo.

Durante el par de días que me duró este bombón (de chocolate blanco, como el café al que es adicta Georgina) adoré meterme de lleno en su historia, y cuando no estaba leyendo ansiaba perderme entre sus, a veces picantes, a veces dulces, páginas.

Georgina tiene muchas papeletas para convertirse en LA protagonista famenina. Resulta imposible no acordarse de Rose, de Vampire Academy, y aunque la adoro, Kincaid no tiene esa impulsividad irrefrenable que a veces lleva a la dhampir a rozar la inmadurez, y sí que comparte su ironía, fuerza y valentia.

Esta súcubo es un imán interesante y simpático para el lector: puede cambiar de forma, su mayor motivación en la vida es leer los libros de Seth Mortensen y tiene una personalidad que irradia seguridad, alegría y dinamismo. Es adictiva, un personaje al que nunca te cansas de leer. Acapara la atención de todos los seres pertenecientes al género masculino, es sexy y sensual, no se corta un pelo y tiene respuestas ingeniosas para todo. Es más sensible de lo que debería teniendo en cuenta que es un demonio, su atrevimiento no tiene límites, y aunque no sea del todo consciente anhela una relación normal con un buen hombre.

Eso sí, la existencia de Georgina no es, para nada, aburrida, y mucho menos si tenemos en cuenta al elenco de personajes masculinos (mortales e inmortales) que la acompañan en su día a día.
Desde un demonio poderoso por jefe, hasta dos amigos vampiros (uno joven y dicharachero y el otro constantemente preocupado por su imagen), pasando por un compañero de trabajo que está coladito por ella y otro demonio menor que la debe más de un favor.
No podemos olvidarnos de Carter, un poderoso ángel muy misterioso que sabe más de lo que dice, que es íntimo amigo del jefe demonio de Kincaid y que ha conseguido atraparme. Las puyas y los desafíos entre la súcubo y el ser celestial son constantes, aunque a medida que avanza el libro ambos llegarán a un entendimiento. Carter deja de lado sus costumbres incordionas y tocapelotas, así como su pose de eterno listillo, para mostrarse más como los ángeles que todas tenemos en mente: generoso, comprensivo y amable; pero sin perder su peculiar sentido del humor.
¿Y qué decir de los dos pretendientes estrella de Georgina? Seth es sexy, pícaro y brillante cuando escribe, aunque en persona se muestre tímido y reservado (afortunadamente para la protagonista, eso va cambiando a medida que el escritor gana confianza, pero conservando esa ternura innata)
Roman es elegante, guapo, decidido, inteligente e ingenioso. Sabe bailar, tener una conversación interesante y encandilar a la gente con un simple gesto.

La narración es equilibrada y engancha desde el primer momento, sin aburrir ni hacerse pesada un solo segundo.
Las peripecias de Georgina se mezclan con flashbacks sobre su vida anterior, cuando era humana, narrándonos cómo llego a convertirse en súcubo.
¡AVISO! La novela contiene varias escenas subidas de tono, así que, niñ@s, ¡tapáos los ojos! :P

Hay dos aspectos más que son dignos de destacar:
1. Los diálogos: ágiles, irónicos, divertidos, dinámicos, inteligentes, brillantes...
2. Las sorpresas: nunca me habría imaginado algunas de las cosas que pasan, NUNCA. Me quedé con la boca abierta, literalmente.

Cantos de Súcubo es la primera parte de una saga que creo que consta de unos 6 libros actualmente, aunque en castellano sólo se haya publicado su primera obra. ¿Para cuándo la siguiente? Porque yo ardo en deseos de leer su continuación.

Cantos de súcubo sabe divertir, intrigar, emocionar, enfadar, sorprender, impacientar, enganchar, fascinar, ser misterioso, dulce, picante, atrevido, tierno, único... ¡Una obra totalmente imprescindible!

Leyna