lunes, 2 de agosto de 2010 Vampire Academy Publicado por Leyna en 16:24

Obligados a protegerse continuamente de las mortales amenazas de los strigoi (los vampiros más violentos y peligrosos, los únicos que nunca mueren), los dhampir no pueden enamorarse. Son exclusivamente guardianes. Esto se convierte en un problema para Rose cuando descubre que su tutor en la academia de vampiros va a ser Dimitri, por quien se siente más que atraída. El único rival a su medida en la academia es también el único que puede ayudarla a salvar a su mejor amiga…
No bajes nunca la guardia... cuando el destino depende de ti.



Rose es una dhampir (también llamados guardianes). Eso significa que no tienen por qué beber sangre, que sus reflejos, sentidos, fuerza y resistencia son muy superiores a los de un humano, y que su misión es proteger a los moroi (vampiros de sangre real que usan la magia y dominan los elementos) de los strigoi (vampiros letales que han renunciado a su moralidad a cambio de la inmortalidad y que beben sangre moroi para hacerse más fuertes).
Lissa, última moroi descendiente de los Dragomir, es la mejor amiga de Rose y ambas comparten un vínculo muy especial a través del cuál nuestra protagonista es capaz de meterse en la cabeza de Lissa, viendo lo que ella ve, sintiendo lo que ella siente y sabiendo exactamente qué piensa.
Hace dos años y por motivos que sólo Rose conoce, las dos amigas huyeron de la academia St. Vladimir habilitada para la educación de dhampir y moroi sin que los strigoi puedan atacarlos. Después de pasar un tiempo mezclándose con los humanos, una serie de guardianes enviados por la escuela lograron localizarlas y las llevaron de vuelta a la Academia. Una vez allí Rose debe recibir entrenamientos extra tutorizados por Dimitri, el impresionante dhampir ruso al que han asignado la protección de Lissa.
Mientras Rose se esfuerza por ponerse al nivel de sus compañeros de clase, pelea con alguna que otra moroi demasiado impertinente, empieza a sentirse cada vez más atraída por su tutor y hace averiguaciones aterradoras, algo horrible planea sobre su vida... y la de su mejor amiga.


Tenía muchas ganas a Vampire Academy, tanto por la trama como por las estupendas críticas que cosechaba. Por eso, tras beber sus últimas palabras, pensé "¡Lo que me estaba perdiendo!" Sólo he leído este primer libro, pero ya se ha convertido en mi saga vampírica preferida.

Porque la historia es absolutamente innovadora.

Porque Rose es genial, y el resto de personajes no se quedan atrás.

Porque Richelle Mead se ha convertido en una de mis escritoras predilectas.

Porque Vampire Academy es una obra muy completa en todos los sentidos.

Y porque después de acabar el libro estuve varios días dándole vueltas a lo que había pasado y a lo que podía ocurrir en próximas entregas de la saga.


¿Qué más puedo decir?

Me ha encantado el planteamiento sobre los vampiros que se plasma en la novela. Es como un soplo de aire fresco que transforma al género por completo. Son vampiros, pero podrían no serlo (los dhampir ni beben sangre, ni son sensibles a la luz del sol)

Leer a personajes como los creados por Richelle Mead es una verdadera delicia.Rose es una de las mejores protagonistas que he tenido el gusto de conocer. Es fuerte, atrevida, cabezota, valiente, espontánea, contestona, sexy, decidida, pícara, divertida y tiene una lengua tan mordaz y sarcástica que podría cerrar la boca a cualquiera. Lo que no me convence es que en ciertas ocasiones está demasiado pendiente de Lissa.
A Rose la acompañan unos cuantos personajes masculinos que estoy segura se desarrollarán mucho más en los siguientes libros.
Dimitri es su guapísimo y atractivo tutor, encargado de entrenarla y prepararla para ser la guardiana de Lissa. Aunque su imagen es fría y distante, tiene un especial sentido del humor y anhelos que oculta a los demás.
Christian es un moroi al que el resto de la gente teme y procura no acercarse. Defiende la idea (la cuál comparto) de que los suyos deberían emplear la magia para luchar codo con codo con los dhampir y así destruir a los strigoi. Es solitario, independiente, irónico y me gusta tanto como Dimitri.
Mason es compañero de clase de Rose y su mejor amigo, y tiene un gran potencial como guardián. Es divertido, despreocupado y alegre.

La pluma de Mead es dinámica y directa; y he disfrutado muchísimo con los diálogos sarcásticos, divertidos y llenos de picardía a los que da vida.
Me fascina la versatilidad de la autora a la hora de escribir con igual maestría una escena romántica y emotiva, un momento de acción o una situación desternillante.

Las sorpresas son constantes en la novela. Desde el principio la información nos llega con cuenta gotas, revelando muy poco. Dudo que sea la única a la que los misterios que encierra la novela pillaran desprevenida. Una de las cosas que siempre me han gustado (tanto en libros como en películas) es que cuando parece que todo ha terminado, ocurre algo que no esperamos, creando expectación e intriga.

Vampire Academy es el primero de una saga de seis libros (el segundo también está disponible en castellano). A pesar de que el final es bastante cerrado, tenía tantísimas ganas de sumergirme de nuevo en el mundo de Rose que estuve a punto de comenzar Sangre Azul. 
Si no lo hice fue porque aún falta para la publicación de la tercera novela; pero ahora, poco más de un mes más tarde, mi resistencia se ha venido abajo y esta mañana empecé su continuación.

Vampire Academy lo tiene todo: una trama atrayente y original, unos personajes carismáticos e interesantes, una narración ágil y perfectamente redactada; y un exquisito equilibrio entre humor, misterio, amor y acción.

Leyna