martes, 20 de noviembre de 2012 A mi vera (2): Lo que fue de ella Publicado por Leyna en 19:57

En esta ocasión, el libro que estoy leyendo y que tengo "A mi vera" es Lo que fue de ella, segunda parte de Si decido quedarme (reseña AQUÍ)

El primer libro me fascinó: crudo pero a la vez increíblemente tierno y hermoso. Por eso tenía unas ganas locas a su secuela, aunque sabía que era difícil que superara a su predecesora.

Ahora mismo mi marcapáginas está situado en la página 172 de 209 (sin incluir los agradecimientos, una especie de recorte de periódico y varias letras de canciones de, supongo, los Shooting Star, que vienen al final)

Me está gustando. Mucho. Aunque a veces me gustaría también saber qué piensa o recuerda Mia, es realmente interesante y emocionante vivir la historia desde el punto de vista de Adam; y no cuesta empatizar con él.
Hoy mismo acabaré la novela (¡me quedan menos de 30 páginas!), así que en breve podréis leer mi reseña sobre ella.

De momento, os dejo un fragmento de la hoja por donde me llego:


"Vi por primera vez a Mia Hall hace seis años. (...)
La había visto tocar el chelo un par de veces, pero no me había fijado mucho en ella. Quiero decir que era mona y tal, pero no acababa de ser mi tipo. Era intérprete de música clásica. Yo era un rockero. Todo eso que dicen del agua y el aceite. 
No me fijé realmente en ella hasta un día en que la vi sentada en una cabina de ensayo insonorizada (...) Y aunque no se moviera, aunque tuviera los ojos cerrados, supe de algún modo que estaba escuchando música, arrebatando notas al silencio (...) Me quedé allí de pie, súbitamente hechizado por ella, hasta que de pronto pareció despertar y empezó a tocar con intensa concentración (...)
A partir de entonces me sentí cada vez mas fascinado por ella y su aparente capacidad de oír música en el silencio. En esa época yo deseaba ser capaz de hacer lo mismo. Y así, me aficioné a verla tocar, y aunque me decía que me interesaba porque era mona y parecía tan dedicada a la música como yo, la verdad es que también me intrigaba qué oía en el silencio.
Diría que durante el tiempo que estuvimos juntos no llegué a averiguarlo. Pero, una vez que empecé a salir con ella, no me hizo falta. Los dos sentíamos pasión por la música, cada cual a su manera. No importaba que no entendiéramos del todo la obsesión del otro, porque entendíamos la propia."

¿Qué os parece? 

Yo me voy corriendo a devorar lo que queda y así descubrir qué me deparan esas últimas 30 páginas... ;)

Leyna