miércoles, 29 de enero de 2020 Reseña: Esa sencilla palabra Publicado por Leyna en 17:10

Rachel y Henry son amigos desde siempre. Juntos han compartido lecturas y confidencias durante horas en la librería de la familia de él, la maravillosa Howling Books, en cuyas estanterías habitan las más hermosas historias. Pero Rachel quiere ser algo más, y no sabe cómo decirlo... Para colmo, Henry está enamorado hasta los huesos de alguien que no le conviene. Parecería una historia corriente, una de tantas como suceden a nuestro alrededor, si no fuera por esa carta que Rachel escribió antes de marcharse...Una carta de amor a Henry, escondida dentro de un libro para que él la encontrara. Pero el azar es caprichoso y la suerte complicada: sus vidas darán un giro imprevisto y el destino de esa carta seguirá un rumbo inesperado, uniendo sus vidas de manera más profunda.

Es el típico libro que podría gustarme y eso, sumado a que había visto buenas críticas de él, me animó a leerlo. Por desgracia no me ha gustado: ha resultado una completa decepción.

Lamento decir que no hay nada que rescate de esta obra: encontré una historia repetitiva, predecible e incluso aburrida; no congenié con ninguno de los personajes (los cuales tampoco me cayeron bien); y el ritmo se me antojó lento y pesado. Lo único que se salva es la narración, pero tampoco brilla como debería con tantos elementos mejorables alrededor.

La trama de antiguos amigos que se reencuentran, la librería en riesgo, etc. me gusta, pero creo que está muy mal aprovechada y planteada. Apenas se desarrolla y constantemente se dan vueltas a los mismos temas sin que estos avancen; por lo que la historia me resultó repetitiva y tediosa. Las idas y venidas de Henry con su ex, el cansino dilema de qué hacer con la librería, la actitud extraña de Rachel cuyo motivo nadie conoce... sentí que el argumento estaba estancado y que ninguno de los personajes hacía nada para cambiar las situaciones en las que se encuentran.

A pesar de los tintes emotivos de la obra, no conseguí empatizar con el elenco. De hecho, la mayoría de los personajes me sacaban de quicio.
Henry es una persona excesivamente influenciable y dependiente, le falta personalidad. Me ponía enferma ver la forma en que se arrastra por su ex, hasta el punto de dejar de lado a su familia y amigos e incluso tomando decisiones importantes en su vida para complacerla (y que volviera a su lado). Por una parte, su actitud me indignaba, y por otra, no me creí su romance con Rachel. Aparte de demasiado repentino, es muy surrealista que con lo ciego que estaba por su anterior novia empiece a sentir por su amiga de la infancia de la noche a la mañana.
Rachel tampoco me gustó por su actitud borde, cortante y retraída. Entiendo que lo ha pasado mal, que ha sufrido una gran pérdida y que lo que menos quiere es reencontrarse con un antiguo amigo que, según ella, no estuvo a la altura en el pasado. Sin embargo, es difícil que su entorno esté ahí para apoyarla y comprenderla si ella no cuenta sus problemas. Trata a la gente como si tuvieran que ser videntes, adivinando lo que pasa y necesita.
Con la hermana de Henry me ocurrió algo parecido: es una joven pasota, antisocial y reservada. Aunque me cayó algo mejor, también se lo guarda todo, está siempre a la defensiva y actúa como si el resto de personajes tuvieran que saber por ciencia infusa qué temas pueden sacar y cuáles no. Para mí es muy injusta y maleducada con un personaje en concreto que, además, siempre ha sido agradable y amable con ella.

Otro punto negativo es que hay un elemento de misterio/intriga en la trama que se ve venir a leguas. Tampoco creo que la autora intentara sorprendernos con una gran revelación, pero es previsible desde las primeras páginas, sin dar opción al espectador a que se dé cuenta a medida que avanza la novela. En general, prácticamente todo lo que ocurre es fácil de adivinar, por lo que el libro no logró sorprenderme. 

Por desgracia, Esa sencilla palabra no me ha gustado.

La historia es repetitiva y no avanza, los personajes se me antojan insoportables y el ritmo es lento y poco fluido.

Una obra previsible, aburrida y que no me ha llegado como debería.

Leyna