jueves, 22 de julio de 2021 Reseña: Uno debe morir Publicado por Leyna en 17:27

 

Bienvenidos, y felicidades por haber sido seleccionados. Ahora vosotros debéis ocuparos de la selección. Seis adolescentes acuden a una velada durante la que se les ha prometido recibir una beca de estudios. Sin embargo, a los minutos de llegar descubrirán que se trata de una trampa; alguien los ha encerrado en la sala con una bomba, una jeringuilla repleta de una toxina mortal e instrucciones muy claras: si en una hora no logran elegir a una víctima entre el grupo, todos morirán. Mientras nos detenemos en los acontecimientos que han marcado sus vidas durante el último año y tratamos de averiguar quién puede andar detrás de este juego retorcido, se hará evidente que todos tienen algo que esconder. A medida que el contador se aproxime a cero, la confusión se convertirá en miedo y, el miedo, en pánico, pues puede que al final no haya más opción que escoger quién debe morir. Diana Urban debuta con un thriller sobrecogedor, un misterio a puerta cerrada imposible de soltar. En el transcurso de sesenta minutos, el lector descubrirá los impensables secretos de seis adolescentes mientras se aproxima a un final de infarto.

Estamos ante un thriller juvenil muy interesante en el que seis jóvenes son encerrados con una bomba y una jeringuilla llena de veneno. Tienen 60 minutos para decidir quién debe morir... o lo harán todos.

Los personajes son muy distintos y diversos, me gusta que tengan formas de ser tan dispares. Amber, nuestra protagonista, es una joven que adora la música y está intentando por todos los medios entrar en la universidad que más le gusta, aunque su novio Robbie (que también está encerrado en la habitación con la bomba) quiere que asista al mismo campus que él. Sasha me ha parecido insoportable: la típica trepa que intenta quedar siempre por encima de los demás y que está dispuesta a todo por salirse con la suya. Es egocéntrica, egoísta y envidiosa. Priya, la mejor amiga de Amber, sí que me ha gustado y he podido empatizar con ella. Scott es un pasota, corre el rumor de que fuma porros y vende drogas, y va a su bola. Por último tenemos a Diego, un estudiante brillante, recientemente millonario, y que comparte un pasado no muy agradable con Amber.

La narración alterna el pasado con el presente de los seis adolescentes luchando por discernir qué está pasando, cómo pueden salir de ahí y quién está detrás de ese macabro juego. Es emocionante ir descubriendo los secretos que todos ocultan. Los recuerdos pasados se entremezclan con la escena actual y poco a poco se van desvelando tradiciones, trapos sucios y hechos que más de uno no quiere que salgan a la luz.

Me ha gustado el salseo y no me esperan varias de las sorpresas que esconde el libro. Otras se ven venir por la dirección que toman los acontecimientos y las pistas que deja la autora pero sigue resultando interesante ver cómo se destapan y cómo reaccionan el resto de personajes al enterarse.

En un momento se me pasó por la cabeza quién podía ser el culpable de que los jóvenes estuvieran encerrados, pero descarté la idea porque había cosas que no me cuadraban así que igualmente fue sorprendente enterarme de que estaba en lo cierto.

El final es muy emocionante: tiene tensión y acción, es imprevisible y no sabes qué va a pasar ni cómo va a acabar toda esa situación. He de decir que me ha provocado sentimientos encontrados, porque por un lado me gusta cómo termina y considero que se entiende a la perfección la lección que la autora pretende transmitir, pero por otra parte me habría gustado que pasara otra cosa y he echado en falta que tuviera alguna página más.

Uno debe morir es un thriller emocionante y sorprendente que os mantendrá intrigados.

Leyna