Reseña: Un fuego en la carne


Ahora solo puede salvar a los mundos la única cosa más poderosa que los Hados... Cuando, tras una sorprendente traición, Sera y el seductor gobernante de las Tierras Umbrías (del que está locamente enamorada) acaban cautivos del falso Rey de los Dioses, solo hay una cosa que puede liberar a Nyktos y evitar que las fuerzas de las Tierras Umbrías invadan Dalos y desaten una guerra entre Primigenios. Sin embargo, convencer a Kolis no será fácil. Mientras que su Retornado predilecto insiste en que Sera no es más que una mentira, la naturaleza errática de Kolis y su retorcido sentido del honor la dejan completamente descolocada; y nada podría haberla preparado para la crueldad de su corte ni para las impactantes verdades reveladas. Tales descubrimientos no solo ponen patas arriba todo cuanto Sera creía acerca de su deber y de la creación de los mundos, sino que también ponen en entredicho cuál es la verdadera amenaza. No obstante, sobrevivir a Kolis es solo una parte de la  batalla. La Ascensión se acerca, y a Sera se le agota el tiempo. Pero Nyktos hará cualquier cosa por evitar que Sera muera y por darle la vida que se merece. Se arriesgará incluso a que se produzca la completa destrucción de los mundos, porque eso es justo lo que sucederá si él no Asciende como el Primigenio de la Vida. Aun así, puede que sus destinos no estén en sus manos. Sin embargo, existe una hebra inesperada; impredecible, desconocida y no escrita. Lo único más poderoso que los Hados.



Como seguro que ya sabéis, la precuela de De sangre cenizas me encanta y está entre mis sagas preferidas. Aún así, debo reconocer que tenía un poco de miedo de empezar este libro: dado que Jennifer alargó la que iba a ser una trilogía a un libro más, temía que la historia se estirara en exceso o que fuera una obra puente hacia la última y que el ritmo me resultara pesado. Afortunadamente, no solo no ha sido así, sino que me ha encantado y se ha convertido en mi segundo libro favorito de la autora (después de Una luz en la llama, el segundo de la precuela, aunque los 3 que se han publicado en castellano hasta ahora han sido 5 estrellas para mí y de mis mejores lecturas del año en que los leí).


La obra empieza, como suele ocurrir con esta autora, justo donde se quedó la novela anterior. Sera está en manos de Kolis, hecho que me provocó bastante tensión porque me aterraba lo que pudiera ocurrir. Ciertamente hay escenas desagradables (no muchas) pero me encanta cómo escribe Jennifer y lo bien construido que está este libro en todos los sentidos. No sólo a la hora de dar visibilidad a ciertos temas y de meterse en la cabeza de Sera de tal forma que sus sentimientos, pensamientos y emociones sean completamente entendibles y no cueste nada empatizar con ella, sino también a la hora de crear a un villano como Kolis. Es un personaje complejo, con muchas capas y matices. Cada vez que creía que le tenía pillado el punto pasaba algo que me hacía descubrir otra faceta suya y, aunque es odioso, siento curiosidad por saber qué va a hacer en el siguiente libro.


El ritmo no se me ha hecho lento en ningún momento, al contrario; he leído la obra rapidísimo, a pesar de que tiene casi 800 páginas. Debido a la trama, esta entrega no tiene tanta acción como las anteriores pero no me ha importado en absoluto. Me encantaban las conversaciones de Sera con todo el mundo: con Kolis, con Callum, con Attes… Estaba living.


También debido al tipo de historia, Nyktos aparece de otra forma y no comparte tantas escenas con Sera, pero debo decir que las que comparte me han parecido perfectas y maravillosas.

Aunque tengamos menos rato de lectura con ellos juntos, lo que hay compensa todo con creces. En las obras anteriores su relación ha ido evolucionando y aquí sigue siendo así: este, para mí, representa el culmen de su romance. Lo que ocurre y lo que se dicen, sus declaraciones, son de otro nivel y han gastado muchos colores de mis post-its.


No puedo decir nada de Nyktos que no haya dicho ya: ocupa el puesto número uno de mi lista de crushes, me desmayo cada vez que abre la boca (o que respira) y me encanta su forma de ser y cómo trata a nuestra protagonista. Además, hace las mejores entradas de la historia. Lo he dicho desde el primer libro, y lo mantengo. 

Sera, por otra parte, me ha ido conquistando cada vez más y en este libro se ha consolidado como una de mis protagonistas femeninas preferidas. He visto una evolución brutal en ella y me ha gustado más que nunca.


Las escenas spicy de estos dos son de mis preferidas y, teniendo en cuenta el tipo de trama que tiene esta tercera parte, pega que sean menos pero muuuuy potentes.


El desenlace me ha flipado y lo he sentido como un regalo para toda la gente que ama esta saga y a sus personajes. Por una vez, el libro no termina con un gran cliffhanger que deja a medias una escena y creo que después de tanto sufrimiento nos merecíamos un final así.


Sobra decir que tengo unas ganas locas de leer el cuarto y último libro de esta historia, que se publicará en castellano a principios de 2025.


Reseña de Una sombra en las brasas AQUÍ

Reseña Una luz en la llama AQUÍ



Un fuego en la carne es la tercera parte de una saga que me encanta y me parece maravillosa.

Con lo mucho que me gustó el primer libro me hace muy feliz ver que los dos siguientes no sólo han mantenido el nivel, sino que lo han superado.


Leyna

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