martes, 22 de octubre de 2013 Eleanor & Park Publicado por Leyna en 18:37

Eleanor es la nueva chica en la ciudad, y nunca se ha sentido más sola. Con toda su ropa que no combina, loco cabello rojo y caótica vida familiar, no podría destacar más incluso si lo intentara. Entonces se sienta en el autobús al lado de Park. Silencioso, cuidadoso, y, a los ojos de Eleanor, imposiblemente genial, Park ha descubierto que pasar bajo el radar es la mejor forma de salir adelante.
Lentamente, de manera constante, a través de conversaciones nocturnas y una pila de casetes mezclados cada vez más grande, Eleanor y Park se enamoran. Se enamoran de la forma en que lo haces la primera vez, cuando tienes 16, y tienes nada y todo que perder... 

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Park es un chico tranquilo y callado que intenta pasar lo más desapercibido posible, evitando ser el blanco de burlas y comentarios de sus compañeros más crueles. Por eso, cuando ve a la chica nueva, lo último que quiere es que ésta se siente a su lado en el bus escolar. 
Eleanor es muy estrafalaria: su pelo rojo no pasa desapercibido, al igual que sus kilos de más y su ropa de hombre llena de cintas y adornos. Cuando empieza en su nuevo instituto, lo que menos busca es hacer amigos: sus problemas personales y familiares ocupan todos sus pensamientos.
Lo que ni Park ni Eleanor imaginan, es el lazo tan estrecho y peculiar que se formará entre ellos.


Empecé la obra con curiosidad y muchas ganas, creyendo que me gustaría, pero jamás pensé que me iba a enamorar de la manera en que lo ha hecho, ni que me llegaría tanto.

La historia, que transcurre en 1986, es muy real; tan real y cercana que sobrecoge. También es dura, dulce, cruda, tierna, desgarradora y maravillosa.
Me metí de lleno en la trama sin ninguna dificultad; es increíble cómo la novela consigue implicar al lector en ella. 

Los personajes son fantásticos. Me encanta que ni Eleanor ni Park sean, para nada, los típicos protagonistas. Él es "el asiático cretino", como ella lo llama, y Eleanor la pelirroja gorda y rarita.

Park desearía ser más alto, y también poder conducir, cosa que parece difícil con su padre empeñado en que aprenda a hacerlo con un coche con marchas en lugar de con uno automático. Su progenitor (que por cierto, me ha parecido genial) también insiste en enseñarle artes marciales, por lo que el joven es todo un experto en kung-fu. Es un protagonista masculino reservado, discreto, y que por nada del mundo quiere llamar la atención.

Eleanor es inteligente, distante y un poco brusca. Su vida, dentro y fuera de casa, no es fácil. Es la comidilla del instituto y pasa por una situación familiar muy complicada. Los hechos del pasado y su vida actual hacen que intente mostrarse invisible, que se encierre en sí misma y que se mantenga alejada de todo y de todos.

Nunca me había topado con unos personajes así. No son los protagonistas a los que estamos acostumbrados, y es precisamente su imperfección y su autenticidad lo que los hace tan excelentes.

A pesar de las 430 páginas que tiene la novela, a mí me duró un día: tal y como dije en el A mi vera que dediqué al libro, no lo leía, lo vivía. El ritmo es extremadamente ágil, rápido y ameno. Engancha muchísimo. Pasaba hojas y hojas sin darme cuenta, la obra se lee sola.

Es todo un lujo encontrarse una historia tan bien escrita. La narración es extraordinaria, transmite muchísimo y de una manera magnífica.

Aunque en tercera persona, el libro alterna los puntos de vista de ambos jóvenes. Normalmente, cuando me encuentro con una novela así suelo preferir las partes de un protagonista antes que las del otro, pero en esta ocasión adoraba ponerme tanto en la piel de Park como de Eleanor. En mi opinión, la autora cuenta lo que tiene que contar en el momento justo y desde la perspectiva más acertada. Sabe cómo llegar al lector y cómo provocar en él miles de emociones diferentes.

Si ya he comentado que los personajes (y, concretamente, los protagonistas) son muy peculiares, la relación entre Eleanor y Park es igual de original y única. Surge poco a poco, sin prisas, sin forzar nada, fluyendo con naturalidad y de una forma insólita. Me conmovió muchísimo su preciosa historia. Comparten un amor verdadero y puro.

Esta obra (autoconclusiva, por cierto) remueve por dentro, hace sentir, y cala hondo. Ha conseguido instalarse en un rincón de mi corazoncito, y sé que voy a recordar a Park, a Eleanor y su historia con gran cariño.

El final es impactante, los últimos capítulos se leen con el corazón en un puño, y hacen reflexionar. Me hubiera gustado que el desenlace se alargara unas cuantas páginas, porque necesito más de ambos jóvenes.

Eleanor & Park es un libro fascinante, profundo, y, sobre todo, muy muy especial. Su historia y personajes son diferentes, y su narración espléndida.

Una obra intensa y preciosa que no dejará indiferente.

Leyna