martes, 21 de abril de 2015 Reseña: Te daría el mundo Publicado por Leyna en 18:27

Noah y Jude son inseparables, dos hermanos absolutamente diferentes que se enfrentan al mundo juntos, complementándose. Con trece años, el solitario Noah dibuja sin parar, es un genio del arte y se ha enamorado en secreto de su carismático vecino. Con trece años, la atrevida Jude se lanza desde altísimos acantilados para experimentar el subidón de adrenalina, lleva pintalabios muy llamativos y habla por los codos. Pero, tres años después, Jude y Noah casi no se hablan. Algo ha ocurrido entre ellos que ha roto a los mellizos de formas diferentes y dramáticas… Hasta que un día la vida de Jude cambia cuando conoce a un chico guapo, frágil y arrogante… y a alguien más, una nueva fuerza aún más impredecible, y ligada a su pasado de forma inevitable.



Te daría el mundo ha despertado en mí sentimientos encontrados. Por un lado me parece una obra bonita y peculiar, pero por otra parte no me ha convencido del todo.

La historia está narrada tanto por Noah como con Jude, pero mientras que él cuenta lo que ocurre cuando tienen 13-14 años, los capítulos desde el punto de vista de Jude nos sitúan en el tiempo en que tienen 16. Como las vivencias de uno y otra se alternan, las piezas del puzzle van encajando poco a poco a medida que avanza la novela. Es agradable comprobar cómo cuadran las diferentes versiones. 

Los personajes son muy singulares, pero mi favorito es Noah, ese chico talentoso y tierno que pinta mentalmente y que constantemente pone título al posible cuadro que podría ser cada situación. Jude, en cambio, sólo me gustó en los capítulos que narra ella. La Jude de 13-14 me parece egoísta, injusta y bastante insoportable; pero con 16 se muestra más humilde y amable. A pesar de sus problemas y de sus más y sus menos, me encanta la relación de los mellizos. La sintonía que fluye entre ellos es maravillosa a pesar de lo distintos que son, he disfrutado con sus originales juegos y es genial ver cómo se quieren más que a nada, pase lo que pase.
También tenemos a Brian, siempre con la mochila a cuestas buscando restos espaciales; a Oscar, un chico rebelde, descarado y sexy que sabe lo que es la soledad y estar perdido en la vida; y a Guillermo, un pintoresco artista que vive como un ermitaño alejado de todo y de todos.

La gran pega del libro es que hay varias ocasiones en las que el ritmo me ha resultado pesado. He tardado mucho en leerlo, y creo que se debe tanto a los capítulos excesivamente largos como a lo aburridas que se me hacían bastantes partes contadas por Jude. Así como la versión de Noah me interesaba de principio a fin, la de Jude sólo me entretenía cuando compartía escenas con su hermano o con Oscar; especialmente éste último, que en cuanto empieza a aparecer más de continuo aporta la chispa que echaba en falta en el testimonio de la joven. Me he divertido mucho con sus diálogos y momentos, son geniales.
Otro aspecto que no me ha convencido es todo el tema referente a las supersticiones y los espíritus.

Y ya que he comentado lo que menos me ha gustado del libro, ahora voy a hablar de lo que más (aparte de Noah, Oscar y la complicidad que poseen los mellizos): el amor.
Los romances, todos los que tienen lugar en la obra, son muy diferentes entre sí, totalmente opuestos, pero muy especiales, apasionados y mágicos. Hay que alabar a Jandy Nelson por haber creado historias de amor tan bonitas y, a pesar de lo extraño de alguna, naturales.

Te daría el mundo es un libro entrañable y singular que trata sobre la familia, la amistad, el amor, el talento, la esperanza y el destino, y que posee momentos preciosos. 

Por desgracia, se me ha hecho pesado a ratos y siento que le ha faltado algo.

Leyna