lunes, 10 de abril de 2023 Reseña: El legado robado Publicado por Leyna en 15:44

 

Han pasado ocho años desde la Batalla de la Serpiente, pero en el norte helado, lady Nore de la Corte de los Dientes ha recuperado la Ciudadela de la Aguja de Hielo. Allí emplea una antigua reliquia para crear monstruos hechos de palos y nieve que seguirán sus órdenes y ejecutarán su venganza. Suren, la reina niña de la Corte de los Dientes, y la única persona con poder sobre su madre, huyó al mundo humano, donde ahora vive como un animal en los bosques. Sola y aún afligida por los despiadados tormentos que soportó en la Corte, dedica su tiempo a liberar a mortales de tratos imprudentes. Cree que todos la han olvidado, hasta que Bogdana, la bruja de la tormenta, la persigue una noche por las calles. La persona que la salva es nada menos que el príncipe Oak, heredero de Elfhame, a quien una vez estuvo prometida en matrimonio y a quien ha guardado rencor durante años. A los diecisiete años, Oak es encantador, hermoso y manipulador. Ha emprendido una misión que lo conducirá al norte y quiere la ayuda de Suren. Sin embargo, si ella acepta, significará volver a exponer su corazón al chico al que una vez conoció, que se ha convertido en un príncipe en el que no confía, a la vez que enfrentarse a todos los horrores que creía haber dejado atrás.

Jamás imaginé que la niña de piel azul, dientes afilados y una brida en la boca que apareció en La reina de nada acabaría teniendo su propia historia dentro de este mundo. Su trama me pareció curiosa y me alegra que Holly haya decidido explotarla: Suren me encanta y se convirtió en mi protegida desde la primera página de este libro. 

Han transcurrido ocho años desde la Batalla de la Serpiente, y Oak se ha convertido en un joven astuto y resuelto. No dudará en proteger su reino, lo que le lleva a pedir ayuda a la chica con la que compartió momentos hace años y trabó amistad cuando eran niños. Sin embargo, aunque Suren conserve la fiereza de entonces, ha pasado por mucho y su vida ha dado un drástico giro. Con la amenaza de Lady Nore apremiando sus planes, ambos protagonistas deberán decidir dónde están sus lealtades y si ellos mismos son de fiar.

Una de las cosas que más me han gustado de esta historia es descubrir más del pasado de Suren, tanto lo que vivió antes y después de la Batalla de la Serpiente como su relación con Oak en el pasado. La existencia de la joven no ha sido nada fácil; no me imaginaba que su vida fuera así y leer su testimonio me encogió el corazón. Ya desde las primeras páginas empaticé muchísimo con ella; lo único que quería era abrazarla y darle todo el amor que se merece. Es un personaje profundo y complejo, y la autora es maestra a la hora de navegar por sus caóticos sentimientos y emociones. Parte el alma leer cómo la propia Suren es consciente de que sería capaz de dejarse engañar con tal de probar un poco de amabilidad o vislumbrar un atisbo de amor. Resulta muy sencillo entenderla y ponerse en su lugar, así como cogerle cariño. También me mola que sea feroz y letal.

Oak me ha sorprendido muy gratamente. No sabía qué esperar de él y tampoco había llegado a plantearme cómo sería ahora que ha crecido, pero lo que vi me gustó mucho: es desenfadado, extrovertido, inteligente y entregado. Su personalidad dicharachera, amable y carismática contrasta mucho con el lado oscuro, cruel y frío que mostraba Cardan al inicio de su propia historia, y contar con protagonistas tan diferentes me ha encantado. Ha sido un soplo de aire fresco que le da otro toque a la historia. 

No me había dado cuenta de lo mucho que había echado de menos este mundo hasta que Suren y Oak no se vieron envueltos en intrigas de la corte, estrategias políticas, magia ancestral y secretos devastadores. Ha sido un placer volver a Elfhame.

Esta entrega no ahonda en el romance para centrarse en las aventuras de los personajes y en el papel que juegan en la trama en la que están metidos. Aunque, con todo lo que estaba pasando, no eché en falta más amor, sí que me gustaría que el segundo tuviera mayor dosis de romance.

El ritmo es muy fluido; pasaba las páginas sin apenas darme cuenta y, a pesar de que los capítulos son largos, a mí se me hacían cortos. La maravillosa pluma de Holly ayuda mucho a que el libro se lea de manera ágil. Siento que cada escena es relevante y necesaria, y sabe alternar entre los diálogos mordaces (y con toques de humor) y una narración repleta de misticismo. 

Ciertas revelaciones se veían venir, pero con esta autora suele sorprender más lo que pasa que lo que se descubre, y más con este desenlace apoteósico. 

El legado robado posee una trama con tintes oscuros, tristes y crueles, pero me ha hecho sentir como en casa. Una historia trepidante, unos protagonistas estupendos y un final potente.

Leyna