Los supervivientes del Apocalipsis intentan rescatar lo que pueden en medio de una civilización devastada. De nuevo Penryn se ve envuelta en una peligrosa confrontación que la llevará al corazón mismo del enfrentamiento entre ángeles guerreros.
En una ciudad de calles vacías y desolación, la protagonista vuelve a encontrar a Raffe, el ángel que ha perdido sus alas y que intenta recuperarse. Sin sus alas no puede unirse a sus congéneres y no puede ocupar su lugar como uno de sus líderes.
El mundo de mañana empieza justo donde terminó Ángeles Caídos. Penryn se ha reunido con su madre y su hermana pero, a causa del veneno de escorpión, sigue inmóvil, por lo que todos la dan por muerta. Incluso Raffe, que se alejó volando con sus nuevas alas de demonio una vez que la devolvió con su familia.
Ahora la joven debe hacer frente a los cambios que experimenta su hermana y al rechazo que eso produce, mientras los humanos siguen escondiéndose y huyendo de los ángeles y sus aberraciones.
Al principio me costó meterme en la historia, quizás por el ritmo algo lento o quizás por la falta de Raffe que, tras un primer libro donde aparece desde la primera página hasta la última, en éste se encuentra algo ausente. Lo bueno es que, aunque tarda en salir, sigue estando muy presente gracias a una especie de flashbacks que nos muestran no sólo episodios de su vida como ángel, sino también momentos de Ángeles Caídos vistos desde su perspectiva que nos ayudan a conocer mejor al personaje y a saber qué siente y piensa.
Aunque me tomé mi tiempo para engancharme a la trama, la leí igualmente rápido gracias a que sus cortísimos capítulos hacen la lectura amena y ágil.
No voy a negarlo, la primera obra de la trilogía me enamoró más, pero eso no quita que El mundo del mañana sea una digna segunda parte repleta de intriga, acción, sorpresas, luchas, emoción y toques de humor y romance.
Penryn es una espléndida protagonista. Me gusta porque es fuerte, valiente y luchadora, cabezota y atrevida, pero sensible y dispuesta, lo que la convierte en un personaje creíble y cercano. Tiene el arrojo que caracteriza a una heroína y a la vez sentimientos, actitudes y pensamientos lógicos de cualquier persona en determinadas situaciones: la combinación perfecta para que no se vea irreal.
Me ha encantado la evolución de Raffe. Sigue siendo ese implacable ángel guerrero que pelea hasta el final y no se rinde, pero así como en el primer libro vimos una faceta más brusca en El mundo del mañana conocemos a un Raffe más cercano, dispuesto y, a pesar de ser un ser celestial, más humano.
He echado en falta a mi ángel preferido y me hubiera entusiasmado que saliese más (el libro habría ganado puntos de ser así). No puedo negar que mis partes preferidas son las de los flashbacks de Raffe (anteriormente comentados) y las escenas que él y Penryn comparten. Cada vez que aparece la obra mejora sustancialmente y la trama gana interés.
Y hablando de los momentos de ambos protagonistas, he de decir que se nota un significativo cambio en el ambiente después lo que ha sucedido y de que él la creyera muerta.
El final me ha gustado mucho: es frenético, emocionante y sorprendente, repleto de acción. Está claro que hay cabos sueltos y mucho por resolver, pero es bastante cerrado dentro de lo que cabe y termina con una escena muy agradable que deja cierta sensación de paz y satisfacción (a pesar del ansia por el tercer libro).
Estoy deseando leer la tercera y última parte de esta saga para ver cómo se desarrolla todo y conocer su desenlace. Afortunadamente no tenemos que esperar mucho para eso, pues El fin de los tiempos se publica el 27 de enero (¡mi cumpleaños! qué genial regalo ♥)
Reseña de Ángeles Caídos AQUÍ
El mundo del mañana es una buena segunda parte en la que destaca su gran elenco y genial narración.
La interesante trama prepara el terreno para lo que promete ser un increíble y emocionante desenlace.
Leyna