miércoles, 19 de junio de 2013 Sirena Publicado por Leyna en 18:40

Para huir del reino del Sur, en guerra con el del Norte, la princesa Margrethe se oculta en un convento lejano. Un día, mientras mira absorta el mar helado, presencia un milagro: una sirena plateada, reluciente emerge de entre las olas, y sostiene en sus brazos a un hombre casi sin aliento.
Cuando Margrethe llega a la orilla, la sirena ha desaparecido en el mar. Y el náufrago, un joven fuerte y atractivo, yace solo en la arena.
En los días que el hombre pasa en el convento recuperándose, Margrethe descubre que es el heredero del reino enemigo de su padre. Para cuando eso suceda ya será demasiado tarde, y se habrá enamorado de él. Y quizá su unión podría suponer el fin del conflicto…
Mientras, en el reino de los mares, la princesa sirena Lenia ansía ver de nuevo al hombre al que salvó. Y está dispuesta a renunciar a su hogar, su legado, su voz por unas piernas y la oportunidad de acercarse a su corazón.


Margrethe es la princesa del reino del Norte. Vive encerrada en un convento por si el reino del Sur decide atacar al suyo. Una mañana muy fría, mientras contemplaba el mar desde su ventana, ve como un extraño ser mitad mujer mitad pez saca a un hombre inconsciente del agua. La sirena la pide que lo ayude, y cuando consigue que Margrethe acceda, se sumerge de nuevo en el mar. La joven princesa cuida del extraño, y no tarda en enamorarse de él. Lo que no esperaba era descubrir que es el hijo del Rey del Sur y, por lo tanto, príncipe heredero del reino enemigo. 
Mientras tanto, Lenia, la sirena, no puede quitarse de la cabeza al humano al que rescató. Sus sentimientos y ganas de volver a verlo son tan fuertes que visita a la reina del mar para que la transforme en humana. Pero un hechizo tan poderoso tiene su precio, y es un precio excesivamente caro. Para empezar, el proceso es muy doloroso y a cada paso que dé notará como si miles de cuchillos se clavaran en sus pies. En segundo lugar, deberá renunciar a su hermosa voz; y, por último, tendrá que enamorar al príncipe y conseguir que se case con ella, o de lo contrario Lenia se convertirá en espuma de mar.


El cuento de La Sirenita siempre ha sido de mis favoritos, así que me apetecía leer la interpretación del mismo que hacía este libro; a pesar de saber que tira hacia la historia de Andersen y no hacia la posterior adaptación de Disney. Sin embargo, su lectura ha resultado ser una tremenda decepción.

Este libro cuenta con ingredientes interesantes: nos introduce dos protagonistas femeninas (al príncipe ni siquiera sé si calificarlo como protagonista masculino); a la conocida historia entre el príncipe y la sirena se le incluye el asunto de los herederos de reinos rivales (lo que complica aún más el ya intrincado argumento); la historia es más madura y adulta que en la versión original; y la novela presenta un toque algo lúgubre.
A pesar de eso, creo que todos estos elementos podían haberse explotado mucho más, dotando a la obra de emoción y pasión; pero por desgracia a la historia la falta fuerza, gancho, algo que atrape y seduzca. 

En cuanto a los personajes, la sirena Lenia, la princesa Margrethe y el príncipe Christopher son los principales.

Lenia es la que mejor me cayó: consiguió ganarse mi simpatía, y no es difícil empatizar con ella. La autora profundiza mucho en sus sentimientos y emociones; lo cuál ayuda a que la comprendamos mejor, entendamos sus acciones y no nos cueste ponernos en su lugar.

Margrethe no me ha terminado de convencer, me ha resultado cansina, deprimente y lastimera.

Christopher no ha llegado a ser el protagonista masculino que debería, puesto que es un personaje muy plano y poco trabajado. Carece de energía y contundencia: para mí deja mucho que desear.

Respecto al ritmo, se me hizo muy pesado. Es leeeento e irregular y tardan en pasar cosas: podemos pasarnos páginas y páginas sin que ocurra nada emocionante, leyendo únicamente extensísimas descripciones o las cavilaciones (muchas veces excesivas) sobre los sentimientos de ambas protagonistas. En mi opinión hay bastante paja y a la obra la sobran unas cuantas hojas, lo que convierte la lectura en algo costoso y aburrido. No consiguió engancharme en absoluto.

La forma de narrar sí que es algo destacable, aunque hubiera preferido que la dedicara más a diálogos y a meterse en la acción, en lugar de emplearla para narrar lo comentado en el párrafo anterior.

La escritura de Carolyn es elegante, precisa, delicada y muy clara.

Los capítulos alternan el punto de vista de "La Sirena" y el de "La Princesa". Por mi parte prefería los de la primera, pues los encontraba más intrigantes, emocionantes y profundos.

El desenlace... puf. La novela no me ha gustado, pero puede que dentro de todo lo que no me agradó, el final se lleve la palma. Me dejó totalmente chafada y con muy mal sabor de boca, además de con ganas de más detalles e información. 

Sirena es una obra autoconclusiva que se toma muchas libertades a la hora de adaptar el cuento de Andersen, por lo que podría haber sido una historia original y atrayente, pero que por desgracia se ha quedado en algo flojo, sin chispa y sin encanto.

Una narración notable que se ve empañada por un tedioso ritmo, algunos personajes sin alma, una trama poco aprovechada, y un desenlace decepcionante.

Leyna