
En este tercer volúmen de la serie, Raven y Alexander deberán hacer frente no sólo al regreso de Jagger, sino también al su hermana, Luna. Ninguno de los dos perdonan que el novio de nuestra protagonista no conviertiera en vampiro a Luna y se comprometiera con ella para la eternidad.
Además, parece que esta vampiresa ha echado el ojo a Trevor, y hará lo que sea por hincarle el diente y estar con él para siempre.
Desde mi punto de vista, aunque el primer libro sigue siendo el que más me gusta, éste es mejor que el segundo, con nuevos personajes y con una trama más interesante.
El personaje de Luna me llama mucho la atención, y su estilismo y forma de vestir me encantan.
En general los dos hermanos me despiertan curiosidad, pues creo que esconden muchas cosas. Es como si Luna tuviera dos caras: por un lado es dulce, tierna y vulnerable; pero por otro es rencorosa y vengativa.
Y Jagger acumula mucho odio, no sé si por lo ocurrido con su hermana o por envidia a Alexander.
No dudo que en los próximos libros se sabrán muchas más cosas, pues al final de "Vampireville" se ve que estarán presentes en el siguiente.
Un final que, al igual que en los otros dos tomos anteriores, es abierto y te deja en una de las partes más intrigantes.
Sinceramente, cada vez me llaman menos los libros de esta saga; pero ya que he leído los tres primeros, tarde o temprano leeré el resto.
Leyna
0 golosinas:
Publicar un comentario