martes, 1 de abril de 2014 El cielo puede esperar Publicado por Leyna en 17:36

Lucy está a punto de casarse con el hombre de sus sueños —el amable y guapo Dan—, cuando se rompe el cuello la noche previa a la boda. Incapaz de aceptar pasar la eternidad separada de su alma gemela, Lucy decide convertirse en fantasma en vez de subir al cielo y separarse de Dan. Pero resulta que las cosas no son tan sencillas. 

Cuando Lucy descubre que el Limbo es una casa de mala muerte, estilo estudiantil, en el norte de Londres, se siente decepcionada. Sobre todo después de conocer a sus nuevos compañeros de cuarto: la gruñona Claire, aficionada a la múscia EMO y al zumo de manzana; y Brian, un petardo con un edredón de Tomas y sus amigos y un problema de olor corporal. Pero Lucy tiene un problema mucho mayor entre manos: si desea convertirse en un fantasma y estar con Dan, ha de realizar una tarea imposible.

¿Cómo demonios va Lucy a encontrarle una novia al hombre más gilipollas de Inglaterra? Las únicas pasiones de Archie son los juegos de ordenador y su abuela. Pero Lucy sólo dispone de veintiún días para conseguir que éste encuentre el amor. Y cuando descubre que su supuesta amiga Anna se empeña en tratar de conquistar al vulnerable y destrozado Dan, la presión se dispara…


Lucy se encuentra tan entusiasmada que no puede creer que el día más importante de su vida, el de su boda con Dan, esté tan cerca. Desafortunadamente, la noche antes del enlace tiene un accidente y muere.
Es entonces cuando su aventura comienza; ya que se encuentra en el limbo y debe decidir si ir al cielo o convertirse en un fantasma para seguir junto a su prometido.
Como podemos imaginar, se decanta por al segunda opción.
No todo será fácil, pues para hacerlo debe realizar una misión. Misión que consiste en encontrar el amor a un tal Archibald: un tipo bastante friki, sin vida social y al que sólo le interesan los ordenadores y Star Wars. Y por si eso no bastara, tan sólo tiene 21 días para conseguirlo.
Mientras tanto, debe vivir en un piso con otros dos aspirantes a fastasma: Brian, un hombre algo extraño que siente pasión por los trenes, y Claire, una adolescente maleducada y agresiva con la que no parece ser muy compatible.
Además, para matar los ratos muertos (ja ja, muy adecuado dada la situación), Lucy aprovecha para "espiar" a sus antiguas amigas, y sobre todo a Dan; aunque puede que esos encuentros la ocasionen más decepciones y enfados que alegrías...


No me extraña que los derechos de esta novela hayan sido comprados por tantos países, y la mayoría incluso antes de su publicación.

No hay nada que no me guste del libro (salvo que la protagonista se emborracha en demasiadas ocasiones, aunque eso también tiene su punto). Me encanta la trama, la forma de narrarla, los hechos que la acontecen, los personajes, los giros de 90, 180 y 360 grados que pueblan la obra...

Los personajes son una joya, una de las mejores cosas de la novela.
Lucy es una persona fuerte, valiente, divertida, sensible y algo torpe y despistada. Ama a Dan por encima de todo, y está dispuesta a hacer cualquier cosa por él.
Dan se muestra como un hombre sencillo, humilde y bueno, que queda totalmente destrozado tras la muerte de su futura esposa.
Archibald es la misión de Lucy, tímido hasta el extremo, "pringadillo" y solitario; puede sorprendernos a lo largo de la historia.
Brian y Claire son los otros aspirantes a fantasma que comparten piso con Lucy. Él es paternalista, sensible y dispuesto; y ella agresiva, atrevida, pesimista e inquieta.
Aparte de lo que cada personaje aporta al libro, resulta interesante la evolución de cada uno y cómo las relaciones entre ellos cambian y se transforman a lo largo de la historia.
Sentía mucha curiosidad (aparte de por saber qué pasaría con Lucy y Dan, obviamente) por la muerte de los otros dos aspirantes a fantasmas, su misión y su motivo para querer llevarla a cabo.

Los recuerdos de Lucy en su vida en común con Dan no tiene desperdicio: son las partes más románticas del libro, y de mis escenas favoritas. 

La historia se narra de una forma fresca, amena y fácil de leer. Pasan cosas inesperadas y otras más precedibles, pero sorprende constantemente.
Engancha desde la primera frase y la intriga por el qué pasará hizo que no quisiera soltar el libro hasta acabarlo.

Una obra maestra (¡y autoconclusiva!) con la que llorar y reír, y con un final precioso totalmente inesperado que me dejó con la boca abierta.

El cielo puede esperar es un libro divertido, emocionante, alocado, intrigante y arrollador. 

Una novela como pocas, y sin duda una de las mejores lecturas de este género (chick-lit paranormal) que he leído, por no decir la mejor.

Leyna