lunes, 7 de abril de 2014 La lluvia en tu habitación Publicado por Leyna en 19:13

A sus diecisiete años, Alessandra ha vivido una de las experiencias más dolorosas: el cáncer se ha llevado a su madre y ahora se encuentra entre la aceptación de una pérdida insoportable y un agudo sentimiento de abandono. Al reincorporarse a la escuela, en un impulso se sienta en el último pupitre junto a Gabriele, ese chico al que todos los alumnos llaman Cero: cero palabras, cero estilo, cero notas. Un tipo silencioso, solitario e ignorado por todos, el gran perdedor de la clase, aunque él no parece darse por aludido. Alessandra se convierte así en la nueva habitante de Cerolandia, el país de la nada, de las sombras, del olvido. Cero acoge a Alessandra con una indiferencia que ella agradece, aunque, poco a poco, esa indiferencia va suscitando en ella una curiosidad tan irresistible como insidiosa, pues interfiere en su dolor y llama a la puerta de su obstinada soledad. 
Cero es, por supuesto, más interesante de lo que parece, con su eterno mutismo, sus repetidas e inoportunas ausencias y un notable talento para el dibujo. Así, inesperadamente, el vínculo que se crea entre los dos, un extraño pacto tácito de amistad, va más allá de la atracción romántica y, para Alessandra, el primer invierno sin su madre cobra una nueva perspectiva que le devuelve las ganas de vivir.

Desde la muerte de su madre, Alessandra se muestra distante y pasota con el mundo. Por eso, en su primer día de clase, pasa por alto a amistades y conocidos y decide sentarse en el pupitre del fondo, junto a Cero. Ahí empieza su travesía por cerolandia: sin palabras, sin preguntas, sin miradas de lástima, y sin cotilleos o parloteos estúpidos. 

Poco a poco, entre Alessandra y Cero se formará un vínculo especial, y la chica empezará a darse cuenta de que su solitario, callado y talentoso compañero tal vez la importe más de lo que parece.

Este libro siempre me había llamado, pero tenía algo (no sabría decir el qué) que no terminaba de empujarme a leerlo. Sin embargo, la curiosidad que me despertaba la historia y el leer tantas críticas positivas hicieron que decidiera quitarme la espinita y darle una oportunidad.

Debo reconocer que es una obra peculiar, tanto por la forma de llevar la trama como por la manera en que está narrada, e incluso por los personajes. Es una pena que no me haya convencido.

LO QUE ME HA GUSTADO:

• El ritmo. El libro me duró un día. Las 220 páginas que tiene y los capítulos cortísimos (la mayoría de apenas una hoja) hacen que se lea en un suspiro; además, me intrigaban los derroteros que tomaría la historia. 
• La obra alterna los hechos del presente con recuerdos pasados de la protagonista y su madre. A veces, Alessandra la habla directamente a ella. Esos momentos me parecieron muy tiernos y conmovedores; consiguieron emocionarme.
• Que sea una novela autoconclusiva. Es cierto que cada vez hay más y más sagas, y que cansa un poco tener que estar pendiente de tantas (y sobre todo, esperar a que se publiquen las siguientes partes) pero aún así a mí me siguen gustando, aunque agradezco las veces en las que me topo con un libro único.

LO QUE NO ME HA GUSTADO:

• Los personajes, en especial Cero. No he conectado con ningún miembro del elenco. Siento que no llegamos a conocerlos en profundidad, quizá por la corta extensión del libro. Alessandra, a pesar de ser la protagonista, no me parece accesible: me daba la sensación de que se oculta a sí misma ciertos sentimientos. Por otro lado, me resultó bastante incoherente, y a veces incluso hipócrita, al criticar algo y luego hacerlo o aceptarlo, o un día no querer cierta cosa y al siguiente desearla. Respecto a Cero, no me cayó nada bien. No se deja conocer, es imposible saber qué piensa o siente. Hacia el final mi opinión sobre él mejoró, pero durante todo el libro no para de dar una de cal y otra de arena: tan pronto es súper cariñoso con Alessandra como pasa de ella y ni la mira. Mi impresión es que la utilizaba para lo que le convenía.
• La "historia de amor" entre Alessandra y Cero. Aparte de que, como explico en el punto anterior, me parecía que (por parte de él) se basaba en el interés, no me gustó cómo era la relación de ambos. La mayor parte del tiempo que pasan juntos están cortados, forzados, si interactuar con naturalidad. Casi nunca saben qué decirse ni de qué hablar, y la situación es incómoda. Qué queréis que os diga, no me parece agradable que los protagonistas se pasen el rato o pensando qué tema sacar para matar el silencio o enrollándose, sin siquiera tener una conversación decente.
• El final abierto. Es cierto que algunos detalles son muy bonitos, pero aún así no me gustó ni lo que ocurre, ni que no fuera cerrado. Creo que los lectores merecíamos saber más, tener más información y que se nos explicaran ciertas actuaciones.

La lluvia en tu habitación es un libro duro y triste que emociona.

El punto más positivo que encuentro es que se lee en nada, ya que me han disgustado bastante los personajes, la relación entre los protagonistas y el desenlace.

Leyna