viernes, 25 de julio de 2014 A dos centímetros de ti Publicado por Leyna en 20:01

Los chicos y las chicas pueden ser amigos.

Así me gusta, Levi. Directo al grano.

Yo solo digo que es perfectamente posible que un chico y una chica sean amigos. Aunque reconozco que hemos tenido algún que otro problemilla.

¿Algún que otro problemilla?

Vale, bastantes problemas. Pero mira cómo ha acabado todo. Cuando llegué al instituto, ambos dimos por supuesto que no volveríamos a intercambiar palabra después de aquel primer día. Sobre todo tú, porque enloqueciste por mí en cuanto me viste.

¿Te refieres al día que estoy pensando?

Sí.

Oh, cuánto lo siento. Me parece que alucinas.

No alucino. Abundan los adjetivos para describirme: genial, fuerte, viril... ¿Quieres que siga?

Vale. Eres genial. Pero alucinas.

Macallan y Levi se conocen desde hace años y aunque ya se han convertido en adolescentes, siguen conservando su amistad. Todo el mundo piensa que están juntos, y es comprensible, pues son inseparables. Sí, es cierto que Macallan es responsable y seria, y que Levi es desenfadado y exagerado, pero su relación es muy estrecha. Parece que nada es capaz de romper su amistad... hasta que ciertos sentimientos aparecen y empiezan los problemas.

La sinopsis me gustó desde que la leí, así que supe que debía catar este libro. Tenía pinta de tratarse de una lectura ligera, fresca y bonita. Y, efectivamente, así ha sido.

La obra nos cuenta la amistad de Macallan y Levi desde su inicio. Cómo se conocieron, la primera vez que se vieron y hablaron… y, a partir de ahí, el lector es testigo de cómo va avanzando su relación durante años. Son los propios protagonistas quienes nos narran la historia, alternándose a la hora de contar su punto de vista. Un detalle que me gustó y divirtió mucho es que al final de cada capítulo hay graciosas conversaciones (como la de la sinopsis) entre los Levi y Macallan del "presente", que opinan y comentan los hechos pasados que hemos leído, o incluso dan pistas sobre lo que vamos a leer en próximos capítulos. Son diálogos ágiles y divertidos.

Los primeros años de amistad de los protagonistas me inspiraron una gran ternura: lo que piensan, lo que dicen… su interacción en sí es muy dulce; he disfrutado muchísimo leyendo esas escenas. 

También me han encantado los momentos en los que, de más mayores, siguen contando el uno con el otro para todo y siendo inseparables, pero donde la complicidad entre ellos se nota de otra manera. Las bromas que sólo ellos entienden, sus desvaríos compartidos y sus constantes piques y ganas de chincharse siempre me sacaban una sonrisa.

Quizá el fallo que le encuentro al libro es la actitud que tiene Macallan en ocasiones. Es cierto que es leal y que no tiene pelos en la lengua, pero su personaje no acabó de convencerme. De pequeña se muestra muy seria y algo borde; sin embargo, a medida que crece, se nota que cada vez es más alegre y sarcástica, respondiendo a las simpáticas burlas de Devi, haciendo comentarios ingeniosos y siguiendo el juego. Esa es la Macallan que a mí me gusta, la que vemos en cierta parte del libro y la que se nos presenta en los diálogos que tienen lugar al final de cada capítulo (de los que ya he hablado). Por desgracia, más adelante muestra de nuevo su carácter taciturno. Incluso llegó a parecerme altiva. Sé que lo ha pasado mal por circunstancias que ha vivido, pero no he podido evitar que su comportamiento y actitud me chirriaran. Levi comete errores, pero ella también, y sin embargo parece que él es el único que hace las cosas mal y que debe disculparse, y eso me ponía de los nervios. Me resultaba muy injusto.

Otro aspecto que me llamó la atención del personaje es que parece mayor de lo que es. No me cuadraba que a su edad pensara, dijera o hiciera ciertas cosas.

Levi, por el contrario, es espontáneo y desenfadado, y tiene una vena dramática muy cómica, aunque a veces sus ganas de encajar le quitaban encanto. Aún así, creo que es el más valiente.

De entre los personajes secundarios quiero destacar a mis favoritos: la madre de Levi y el tío de Macallan. Son geniales.

Si queréis leer una historia dulce, divertida, emotiva y tierna, A dos centímetros de ti es vuestro libro.

De lectura fácil y con una narración fresca, nos habla sobre la amistad, la familia, el amor y la lealtad.

Leyna