Cuando Tiffany Quinn desaparece, todo cambia.
De los 212 residentes de Cryer's Cross, Montana, 178 se unen al sheriff Greenwood en una búsqueda que dura varios días, desde la salida del sol hasta que cae la noche. La escuela ha cerrado porque todos los estudiantes participan. Escudriñando caminos, registrando granjas, atravesando pastos donde se alimentan vacas y caballos, cruzando campos con trigo, cebada y patatas recién plantadas. Suben colinas y se internan en los bosques. Se desplazan en grupos de dos o tres, algunos nerviosos, otros llorando, otros más decididos. Se gritan cada poco tiempo para asegurarse que no se pierde nadie más: los móviles no sirven para mucho. Cryer's Cross no tiene cobertura.
Después de cinco días no hay ni rastro de Tiffany Quinn.
Kendall vive en un pequeño pueblo llamado Cryer's Cross. Un lugar donde jamás ocurre nada... hasta que Tiffany Quinn desaparece. Este hecho hace que el Trastorno Obsesivo Compulsivo de Kendall se manifieste gravemente; incluso cuando semanas después de la desaparición empieza el nuevo curso y tiene más cosas en las que pensar y con las que distraerse.
Por desgracia, poco después del inicio de las clases vuelve a haber otra desaparición, y en esta ocasión se trata de alguien muy cercano a Kendall. La chica no está dispuesta a consentirlo y está decidida a llegar al fondo del asunto y descubrir qué está pasando con los jóvenes del pueblo. Y es que Cryer's Cross esconde un secreto muy oscuro y extremadamente aterrador.
Leí este libro porque de la pluma de Lisa McMann, su autora, había salido la trilogía La Cazadora de Sueños, que me encantó (reseñas de Sueña, Teme y Huye)
No puedo negar que su misteriosa sinopsis también me llamó la atención, aunque no me terminaba de quedar claro de qué trataba la novela; así que la empecé sin ninguna expectativa ni idea preconcebida y sin saber qué esperar de la obra.
Finalmente, Cryer`s Cross no ha resultado ser, para nada y por muchos motivos, mi tipo de libro.
Lisa McMann cuenta una historia de misterio, de terror, de suspense, y aunque no me gustan las cosas que dan miedo (eso sí, valoro el mérito de la obra de asustarme, puesto que no suele pasarme con libros) reconozco el gran talento de la autora para introducir al lector por completo en la trama y meterle de lleno en la historia.
Todo el tema de las desapariciones, junto con el TOC que sufre la protagonista, consiguieron que sintiera una desazón, una angustia, una ansiedad, una desesperación y un temor tan intensos como con pocas novelas me ha pasado.
Llegaba a ponerme en la piel de la protagonista, a empatizar con ella y a sentir la agonía que la aquejaba en muchas ocasiones.
Para mí, la forma en que la autora describe de forma tan exacta y precisa lo que pasa por la cabeza de Kendall, y cómo consigue poner al lector en situación y hacer que sienta lo que ella siente, sin duda es lo mejor de la obra.
Y hasta aquí llega lo bueno, porque no hay nada más del libro que me haya convencido.
Los personajes no consiguieron ganarse ni mi simpatía, ni mi cariño. No es que me cayeran mal, pero tampoco bien. Me daban igual, me resultaban completamente indiferentes.
Kendall, aunque conecté con ella con respecto a sus sentimientos, no me parece una protagonista destacable.
Nico, el mejor amigo/novio de la chica, es amable, tierno y haría cualquier cosa por ella, y aunque es el que más majo me pudo parecer tampoco me llamó la atención.
Jacián, el chico nuevo que es borde, directo y deportista, también me pasó desapercibido.
La forma de escribir de Lisa McMann es muy peculiar, y a pesar de que en ciertas partes de la historia le da un toque enigmático y diferente, y de que me gustaba mucho en la trilogía La Cazadora de Sueños; en esta ocasión me ha resultado simple y cansina.
El libro se lee rápido (lo devoré en un día) debido a su poca extensión, sus capítulos cortos, la presencia de grandes espacios y márgenes, y el tamaño considerable de la letra; pero aún así su ritmo es lentísimo: las cosas tardaban bastante en ocurrir y había páginas y páginas en las que no pasaba "nada" que alargaban la trama innecesariamente.
Por otra parte, la "historia de amor" (por llamarla de alguna forma) me ha parecido de lo más insípida e insustancial.
La verdad es que el libro es puro suspense, misterio y algo de terror; pues no hay humor ni apenas acción.
Cryer's Cross no me ha convencido, pero no tengo la misma sensación de enfado e indignación que he tenido con otras novelas que no me han gustado. Supongo que se debe a que considero que el resultado es más cosa mía que de la obra, y que como comenté al principio de la reseña no es mi estilo de libro puesto que la temática no me agrada.
Cryer's Cross es una historia autoconclusiva (y algo lenta) de suspense, intriga, misterio y miedo; cuyos personajes no me han llegado y cuya narración no me ha convencido.
Sin embargo, aunque a mí no me haya gustado, puede que la novela fascine a los amantes de este género.
Leyna