Me llamo Alma. Sé que no os dice nada, me doy cuenta.
Pero es la única certeza que tengo. Lo único que de verdad me importa. Mi nombre, mi alma.
¿De qué color es? Negra. Como la Ciudad donde vivo y el aire que respiro.
Qué veloz es el paso de la luz a la oscuridad, de la convicción a la duda. Como un pestañeo, como un sueño del que despiertas para descubrir que nada es como antes. ¿Que por qué os cuento todo esto? Para alertaros de que las cosas no ocurren por casualidad y de que la vida está plagada de señales que no se deben ignorar. Incluso la mínima desatención pasa factura, siempre. Por eso os contaré mi historia, si queréis leerla. Pero os advierto desde ahora: nada es una fábula.
Alma tiene diecisite años, adora el color morado, y vive con su madre, su hermano pequeño (rebelde y pasota) y su hermana pequeña (una niña muy dulce pero que se niega a pronunciar palabra). Junto con Seline, Agatha y Naomi, sus tres mejores amigas, Alma es la chica más popular del instituto y la cabecilla de su pequeño grupo. Incluso ponen pruebas al resto de compañeras para comprobar si son dignas de su amistad y hacen pagar a aquella gente que según ellas se merece ser castigada.
Un día como cualquier otro, Alma se detiene ante una papelería y no puede resistir el impulso de comprar un cuaderno (morado, por supuesto) aunque ni siquiera sabe para qué lo quiere. Es entonces cuando empieza a tener unos sueños sobre asesinatos que, mientras duerme y sin que ella sea consciente, escribe con todo detalle en el cuaderno... y se hacen realidad después.
Para complicar las cosas, sus amigas no pasan por un buen momento y Alma siente que alguien la sigue.
A pesar de las buenas críticas que he leído sobre este libro, debo confesar que a mí no me ha convencido.
Tiene cosas que me han gustado, pero también le he encontrado fallos muy gordos que, por desgracia, a la hora de avanzar con la novela y después de terminarla, son los que más me pesan.
Esta vez haré una reseña diferente, analizando los distintos aspectos de la obra parte por parte.
Historia: La historia es buena: original, misteriosa e interesante. Me gustó que además del tema principal (los sueños premonitorios de Alma) también se trataran varias subtramas, como los trastornos alimenticios de Seline, los problemas familiares de Agatha y su extraño comportamiento, y el ataque que sufre Naomi.
Por desgracia, hubo muchos momentos en los que la forma de tratar estos temas se me antojó forzada y poco creíble.
Personajes: No hubo ni un sólo personaje en toda la novela que me cayera bien. O me caían mal, o me resultaban totalmente indiferentes.
Alma no me gustaba nada durante los primeros capítulos: la vi fría, calculadora, superficial, y no me agradó un pelo que se lo tuviera tan creído, mirara a todo el mundo por encima del hombro y se creyera con todo el derecho a juzgar y castigar a la gente. Después de los primeros capítulos empezó a ser más agradable, pero aún así no acabé de sintonizar con ella.
Creo que uno de los motivos de mi cambio hacia la protagonista fue que empecé a conocer a sus amigas. Seline me pareció una persona débil, influenciable y que no para de autocompadecerse; Agatha es cruel, despiadada y agresiva; y Naomi al principio era la típica amiga a la que la gusta cotillear y estar con chicos, pero luego se vuelve más tranquila y reflexiva.
Calidad de escritura: La autora escribe muy bien. Me gustó su forma de expresarse y de narrar, aunque el contenido no me enganchara.
Ritmo: Para mí éste ha sido el gran fallo del libro. Un ritmo muy lento, pesado y aburrido (y eso que los capítulos son cortos :S)
Hay muchas descripciones y demasiado detalladas para mi gusto, así como escenas a las que no encontraba sentido, pues no aportaban nada. Al libro le sobran páginas, y desde luego hay partes totalmente prescindibles que están de relleno y no llevan a ninguna parte.
Cuando no estaba leyendo tenía muchas ganas de coger el libro y ponerme a ello, pero cuando empezaba... deseaba acabar la novela de una vez para poder pasar a la siguiente. Realmente me ha costado leerle e incluso en ocasiones notaba cómo se me iban cerrando los ojos, o me sorprendía pensando en mis cosas después de llevar unos minutos leyendo la misma frase.
Los últimos capítulos son más ágiles, pero aún así no compensan el resto.
Amor: Si buscas una historia de amor, aunque sea ligera, lee otro libro porque los niveles amorosos de éste están casi al mínimo.
Sorpresas: No he encontrado grandes sorpresas en la obra. Aunque hay un par de puntos "sorprendentes" yo ya me los veía venir, por lo que no llegaron a asombrarme ni a hacerme soltar una exclamación (pero puede que a vosotr@s sí que os pille desprevenidos)
Humor: La novela carece por completo de humor, pero no creo que quien lea este libro busque reirse, así que no se echa en falta en absoluto.
Final: El final de la novela es muy abierto, puesto que al acabar el libro estamos casi igual que cuando lo empezamos: seguimos sin saber qué es lo que lleva a Alma a escribir esos crímenes, cómo es posible que pueda anticiparse a lo que va a ocurrir, quiénes son los seres que la persiguen o qué quieren de ella.
Oscuridad es el primer libro de la saga My Land, pero no sé cuántos volúmenes serán en total. Leeré la segunda parte esperando que me guste más que ésta, aunque a pesar del final abierto no es de los libros a los que tengo más ganas.
Creo que es una obra con un potencial enorme principalmente por su trama, pero su ritmo tan pesado y la forma en que la autora lleva la novela hacen que se quede en una historia normalilla, del montón.
Leyna