De sangre y cenizas me encantó y, aunque el segundo me gustó menos porque cierta parte de la historia me resultó más lenta y repetitiva, el comienzo me atrapó y final me flipó (y dejó con muchas ganas del siguiente).
Una corona de huesos dorados empieza muy bien y muy fuerte. Con un inicio trepidante, repleto de acción y revelaciones importantes, consigue enganchar en la primera frase. Sin embargo, a partir de ahí el ritmo se vuelve algo irregular. Al igual que me pasó con Un reino de carne y fuego, creo que le sobran páginas (señora Armentrout, no es obligatorio que todas sus obras tengan 800 xD). Eso sí, una vez más el final está muy emocionante y tiene momentos brutales.
Hay dos detalles que no me han convencido: el primero, que se nota que la autora repite patrones, y hay ciertas conversaciones, bromas y comentarios que se dan en muchas ocasiones tanto en este libro como en los anteriores (incluso hay escenas que son casi calcadas de las del segundo). Poppy es una persona que interioriza todo y da muchas vueltas a las cosas y, aunque esa característica suya la hace más humana y cercana, puede llegar a cansar (sobre todo al leer estas novelas con tan pocas semanas de diferencia).
El otro aspecto que me ha chirriado es que los personajes se enteran de la mayoría de las revelaciones y secretos a través de conversaciones que les vienen dadas; no porque hagan cosas, investiguen o se curren el descubrir esa información. Demasiada charla y poca acción. Además, muchos de esos hechos siempre están relacionados con el mismo tema: a veces la historia parecía una telenovela, con tantos embrollos familiares e idas y venidas.
En cuanto al elenco, poco puedo decir que no haya dicho ya en las reseñas anteriores. Poppy me parecía una protagonista de diez, a pesar de que se me ha desinflado un poco. Sin embargo, en esta entrega aparecen personajes nuevos que me han gustado mucho y llamado un montón la atención: son muy interesantes y necesito saber más de ellos. De hecho tengo más intriga de cara a las siguientes novelas por esos personajes que por los que ya conocíamos.
La narración, como siempre con esta autora, es muy buena. Ágil, fluida y potente. Sabe transmitir tanto los sentimientos más dulces como los más crudos.
Como ya he mencionado al principio de la reseña, el final me ha gustado (aunque esperaba más acción). En este libro sabremos más sobre los dioeses: temática que me encanta y despierta mucha curiosidad.
Antes de que se publique el cuarto libro de la saga, lo hará la primera parte de la precuela: Una sombra en las brasas (sale a la venta el próximo 7 de junio). Es una obra que estoy deseando leer (de las que más esperaba este año) y con unos protagonsitas que no puedo esperar a descubrir a fondo.
No sé qué tiene esta saga que, a pesar de haber detalles que no me convencen, me atrapa y deja con muchas ganas de seguir leyendo sus libros y de desentrañar su historia.
Leyna