Aldea de Dagaz, 1865. Una maldición pesa sobre la aldea y el bosque que la rodea. Un bosque repleto de espíritus que deambulan ausentes y en cuyo corazón late la oscuridad más profunda a través de un ser temido por todos, la bruja de Dagaz. La superstición reina en cada hogar de la aldea. Jamás nadie debe cruzar las lindes del bosque oscuro o su alma puede quedar prendida de los árboles más altos. Y por supuesto, cuídate de la niebla que muerde los cristales, pues la bruja se oculta en ella, dispuesta a robar corazones que la mantengan con vida. Pero en este mundo de terror también habitan espíritus hermosos que quedaron atrapados en el bosque, así como criaturas que lo pueblan en silencio. De una de esas criaturas, nace una niña muy especial, por cuya sangre corre la magia antigua y a la que la bruja ansía por encima de todo, pues, conforme a una profecía tan antigua como ella misma, es la única capaz de destruirla.
Una noche de luna creciente, una niña nace en la aldea de Dagaz. Dagaz sufre una maldición pero parece que esta niña es la destinada a terminar su sufrimiento, acabando con la bruja que se lleva a quienes entran en el bosque y liberando a la aldea, cuyos habitantes cada vez están más asustados y desesperados. Una anciana y los padres de la joven, sabiendo que no es una niña corriente, le advierten sobre los peligros del bosque y de entrar en él.
Esta historia es como un cuento, cuya oscuridad aumenta a medida que la trama avanza. Me encanta ese ambiente mágico y algo tétrico lleno de secretos, que atrapa de una manera inevitable.
El argumento está muy bien pensado: Margarita no da puntada sin hilo, y es maravillosa la forma en que todo encaja a la perfección. Además, las temáticas que trata hacen reflexionar, ya que es una novela profunda y coherente.
Isamar, nuestra protagonista, es la niña a la que veremos crecer, y con la que no cuesta empatizar: ha sido un placer conocerla y ser testigo de su grandísima evolución. Su proceso y desarrollo son realistas, así como sus dudas, miedos y motivaciones.
El resto de personajes, la bruja, la anciana y León, también son complejos y están muy bien construidos. Los vamos descubriendo individualmente, así que es muy gratificante comprobar cómo sus caminos empiezan a cruzarse.
He disfrutado mucho de esa ambientación, como ya he mencionado antes, como de cuento oscuro. El misterio es un ingrediente fundamental y el sistema de magia es elaborado y peculiar.
Ya había leído anteriormente a Margarita, puesto que es la administradora de un blog donde, además de trabajadas reseñas, también sube muchos textos y escritos, así que ya sabía que su pluma me gustaba. Es un delicia leerla: narra de forma poética, elegante y delicada. Se toma su tiempo para profundizar en la historia y sabe mantener la tensión hasta el final.
El ritmo no se me hizo pesado en ningún momento por lo intrigada que estaba, aunque los capítulos cortos también ayudan a que la lectura sea amena y ágil.
Basándonos en el tema estético, la edición del libro es preciosa, así que os animo a echarle un ojo si tenéis la oportunidad.
La bruja de Dagaz es una obra autoconclusiva de fantasía oscura repleta de magia, secretos, brujas, traiciones, giros argumentales y romance. Y está bellamente escrita.
Leyna