jueves, 11 de junio de 2015
Publicado por
Leyna
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16:00
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Bittersweet,
Libros,
Reseña
Bambi sabe lo que es ser diferente, sabe lo que es sentirse despreciada por sus compañeros de clase y no poder hacer nada para cambiarlo.
La escritura le da el aliento que necesita para seguir adelante, la certeza de que es buena en algo. Y en este escenario aparece Liam, un chico de barrio que conoce en un taller de escritura. Liam no sabe lo que es tener una familia normal, un padre que no beba y maltrate, o una madre que no tome pastillas para protegerse de lo que la rodea. Bambi y Liam comparten lo que les salva de caer al vacío y eso los une, aunque ella sea una niña bien del centro y él un macarra malhablado del extrarradio. Pero cuando se trata de amor, pertenecer a mundos opuestos a veces es un obstáculo insuperable.
En Bittersweet se tratan varios temas importantes, como son las familias desestructuradas, las drogas o el acoso escolar, por lo que la lectura resulta muy intensa. La carga dramática de la novela es notable. Hay momentos sumamente duros y trágicos, pero me gustó que el sentido del humor (sobre todo de Liam) distendiera muchas escenas y que a pesar de los disgustos la novela desprenda un ambiente de optimismo y esperanza.
Bambi me ha parecido un personaje muy real, al igual que Connie, su mejor amiga. Ambas reaccionan con pasividad y vergüenza ante los ataques de sus compañeros, pero cada una se enfrenta al problema de una manera diferente. Mientras que una de ellas opta por evitarlo, la otra no huye y trata de adaptarse. Los intentos de Bambi por caer bien a sus acosadores y el dejar de ser ella misma para actuar de una forma que guste a los demás me daban ganas de matarla, pero me resulta una actitud creíble sobre todo teniendo en cuenta su situación.
Liam vive un panorama complicado: su padre es alcohólico y su madre se atiborra a pastillas. Pese a su apariencia de chico duro, sarcástico y petulante se esconde una gran sensibilidad que deja fluir a través de su pluma.
Un punto a favor de la obra son los escritos de ambos protagonistas. Bambi escribe fantasía, mientras que el estilo Liam es más oscuro y trágico.
Aunque por la sinopsis puede parecer la típica trama de la chica buena de familia acomodada y el chico malo de clase baja, no es en absoluto así. Uno de los aspectos que más me gustó y sorprendió de la historia es que cuando empieza el libro Bambi y Liam ya se conocen desde hace tiempo y son muy amigos. Desde el primer instante se nota entre ellos una confianza, una afinidad y una compenetración fantásticas. Sus encuentros, sus quedadas para compartir sus escritos y los mensajes y correos que intercambian desprenden mucha química.
La novela alterna el punto de vista de Bambi y Liam; la perspectiva de ella está contada en primera persona y la de él en tercera. En cuanto a la narración, Melanie Rostock derrocha naturalidad cuando escribe: las conversaciones y los diálogos son realistas y auténticos.
El título de la obra no puede estar mejor escogido: Bittersweet es una historia agridulce de principio a fin que alterna momentos desgarradores con experiencias tiernas y agradables. El desenlace, aunque amargo por una parte, es feliz por otra y me gustó que siguiera con la positividad que transmite el libro pese a las desgracias ocurridas.
Bittersweet trata temas delicados con emotividad y arrojo, y cuenta con personajes cercanos con los que no cuesta empatizar.
Leyna