Una nave espacial que es un mundo diminuto.
Generaciones de tripulantes que viven y mueren en ella, con la esperanza de que sus hijos lleguen al planeta prometido.
Una carga de personas crionizadas que solo despertarán al final del viaje.
Todo está perfectamente ordenado; todo debe seguir un guion escrito de antemano.
Y sin embargo...
Amy despierta en un momento que no debería formar parte de su vida. Elder debe asumir un papel que no quiere desempeñar. Ninguno de los dos encaja en el gran puzzle de la nave. Y hay otra pieza suelta: un asesino.
Amy debe abandonar la Tierra y permanecer 300 años congelada (o, mejor dicho, crionizada) junto a sus padres mientras viaja a un nuevo planeta. Ella es prescindible, pero sus padres son fundamentales para poder crear un mundo habitable allá donde se dirigen.
Se supone que ni ella ni su familia debían ser descongelados hasta que la nave no aterrizara, pero sin saber por qué, Amy despierta años antes de llegar a su destino, encontrándose en un ambiente hostil donde todo está organizado al milímetro y donde no hay cabida para ella.
A todos estos problemas se suma el hecho de que alguien está matando a los crionizados, y Amy y Elder (el futuro líder de la nave) deben descubrir quién antes de que los padres de ella sean los siguientes.
Ya a las pocas páginas de empezar el libro vi cosas que no me gustaron, pero seguí la lectura pensando que podría mejorar y convertirse en una novela curiosa y entretenida. Nada más lejos de la realidad: como ya dije en el IMM-Vlog de la entrada anterior, esta obra no me ha gustado en absoluto.
La historia es muy superficial: trata de pasada aspectos interesantes mientras que por otro lado se centra demasiado en cuestiones más irrelevantes, hasta llegar a hacerse cansina y repetitiva. Eché en falta saber más sobre la historia de la nave, la vida en ella y la convivencia entre sus tripulantes.
Dentro de que como libro de ciencia ficción tiene elementos increíbles, la trama me ha parecido muy surrealista e inverosímil; y los personajes, sus acciones y relaciones, se me antojan incoherentes y poco creíbles.
Amy y Elder (así como el resto del elenco) tampoco me han convencido. Ambos son sosos a más no poder, sobre todo él.
La chica es decidida, pero algo bipolar: no para de pensar en Jason, el novio que dejó en la Tierra, pero no tiene ningún reparo en besar a Elder a la primera de cambio. Y cuando hace un descubrimiento importante sobre el futuro líder de la nave, tan pronto le dice que no la toque como le pide que esté siempre a su lado.
Elder me resultó un poco salidillo con eso de enamorarse de Amy nada más verla desnuda y crionizada en su cápsula. Es influenciable y muy parado, y las veces que intenta sacar carácter resultan forzadas después de verle tan inmaduro y pasivo.
No me los creí a ellos ni me creí su relación. Elder se enamora de Amy a primera vista (tal y como he mencionado anteriormente) y ella también se enamora de él sin apenas conocerle y sin haber olvidado aún a Jason.
El ritmo es lento e irregular, a pesar de que varios finales de capítulos acaban intrigantes, con hechos y descubrimientos que despiertan curiosidad por seguir leyendo.
Me aburrí en muchas ocasiones durante su lectura por todas esas partes pesadas y redundantes de la novela.
En mi opinión el libro tiene mucha paja: Beth Revis ha contado en más de quinientas páginas algo que fácilmente podría haber narrado en la mitad de espacio si prescindiera de todas esas repeticiones, y descripciones y detalles intrascendentes.
La forma de escribir de la autora no es nada destacable: me ha pasado desapercibida y me ha dejado completamente indiferente. Lo que sí que me resultaba desquiciante ha sido el vocabulario de los habitantes de la nave.
La novela alterna capítulos narrados por Elder con otros contados desde el punto de vista de Amy.
No sabría decir qué tiene esta obra: no es nada emocionante, carece de humor, los aspectos sorprendentes quedan empañados por aquellos totalmente predecibles, apenas hay acción, y la historia de amor deja muchísimo que desear.
Cuando leí el final del libro me quedé totalmente fría, estaba igual que cuando lo empecé. Es previsible a más no poder, sobre todo porque de una de las "sorpresas" te dan muchas pistas antes de que se descubra.
Dado que este libro no me gustó, no seguiré con la trilogía. Mucha gente dice que su segunda parte mejora, y otros que es tan mala como ésta. Yo prefiero no arriesgarme ni perder el tiempo con las dos novelas que faltan pudiendo leer otras obras que disfrute más.
Despierta es el primer volumen de una trilogía. Tan cerca, su continuación, ya está disponible en librerías.
La tercera y última parte creo que se publicará en verano de este año.
Despierta se queda cojo en muchos aspectos: la desaprovechada trama podría haberse explotado mucho más, los personajes y sus acciones resultan forzados y poco creíbles, el ritmo se hace lento y pesado, y la narración no es nada destacable.
Un libro que no me ha gustado y cuyas continuaciones no pienso leer.
Leyna