lunes, 24 de octubre de 2016 Reseña: FLOWER. Un amor intenso Publicado por Leyna en 21:25

Charlotte quiere ser la primera mujer de su familia en ir a la universidad. Pero todo se trastoca cuando conoce a Tate Collins, la joven estrella del rock.
Charlotte, de 17 años, no está nada segura de las intenciones de Tate, la joven estrella del rock que parece haberse enamorado de ella. ¡Ni siquiera está segura de que él vaya en serio! Pero Tate la visita en el trabajo y le manda flores al instituto, y Charlotte no puede resistirse... Tate acaba estableciendo unos límites hasta que ella se gradúe: nada de contacto físico. Lo que comienza como una atracción física se transformará en algo mucho más profundo a medida que van poniendo a prueba los límites que se han impuesto.



Flower. Un amor intenso nos cuenta la historia de Charlotte, una joven que, tras ver cómo dejarse llevar por el amor arruinó la vida de su madre y su hermana, decide mantenerse alejada de los chicos hasta que acabe la universidad. Se esfuerza en clase, tiene muchas actividades extraescolares, hace prácticas y saca tiempo para trabajar en una floristería. Su vida tiene una dirección clara y está organizada al milímetro. O lo estaba hasta que Tate aparece en el lugar donde trabaja y de la noche a la mañana pone su mundo patas arriba, haciendo que Charlotte se plantee quién es de verdad y qué es lo que más desea.


Creo que la sinopsis da una idea equivocada del argumento. Sí, Charlotte no se acerca a los chicos para evitar que arruinen sus planes de futuro, pero siento que ese tema no está tan presente en la obra, que sólo es una excusa para que resulte creíble que siendo tan guapa e inteligente no haya besado a nadie en 18 años. Por otro lado, también es cierto que el contacto físico en la obra es reducido (no esperéis que sea un libro erótico) pero Tate no decide mantener las distancias hasta que Charlotte se gradúe, simplemente quiere "tener el control" e "ir despacio", ideas que tampoco terminan de cuajar. Lo de establecer límites se menciona pero básicamente no se pone en práctica y, aunque realmente el contacto físico entre ellos no es muy potente, no se debe solo a tomarse las cosas con calma. Siento que hay varios temas que se exponen pero que luego no trascienden demasiado en la historia.

La trama es bastante típica pero aún así, en algunos aspectos, me ha resultado menos innovadora de lo que esperaba. Lo de la chica inocente que conoce a un joven rico, sexy, exitoso y mujeriego, con el conflicto de combinar ambos estilos de vida (paparazzis incluidos), está bastante visto, pero además nos encontramos con que el protagonista masculino tiene ciertos traumas por superar y un pasado complicado. Esta novela me ha recodado a otras muchas pero en una versión mucho más light, cosa que agradezco porque eso sí que ha sido un elemento diferente.

Con respecto al romance, debo decir que el inicio de la obra me sacó bastante de quicio. Es muy surrealista. No me trago que Tate sólo con ver a Charlotte (sin conocerla o hablar con ella) se quede tan prendado como para tener ciertos gestos, como enterarse de a qué instituto va para enviarla flores, conseguir su número de móvil sin que ella se lo dé, ir a verla al trabajo a diario… Y menos creíble me parece que a ella la guste eso y, también sólo con verlo, ya no deje de pensar en él y se replantee las metas que se ha fijado durante toda su vida y que tanto ha luchado por cumplir. No sé, a mí me parecería cuanto menos inquietante que un chico que no conozco indague sobre mí y, aun diciéndole que me deje en paz, se presente en mi trabajo (y en otros sitios más) a diario. Seguro que si Tate no fuera joven, rico y guapo tendría una orden de alejamiento por acoso.
Por otro lado, me resulta bastante forzado que Charlotte esté dispuesta a renunciar tan fácilmente a las "normas" que ella misma lleva años imponiéndose ¡y por alguien a quién acaba de conocer! Después de un tiempo lo entiendo, pero tan rápido no.

Y hablando de los protagonistas... Tienen actitudes que no me han gustado. Quiero aclarar que en este libro Tate jamás se excede con Charlotte: no la falta el respeto, ni la presiona, ni la grita o trata mal, nunca tiene una palabra fuera de lugar. Pero sí que se comporta como no debe: no me gustaron sus repentinos cambios de actitud, alejándola en varias ocasiones para luego buscarla, forzando situaciones como un cobarde en vez de ser sincero con ella y comportándose de forma egoísta e incoherente pidiendo una cosa y luego la contraria.
Charlotte, por su parte, creo que maneja la situación como puede (aunque cede bastante fácilmente). Lo que me disgustaba es su comportamiento con su mejor amigo. Él siempre está ahí para ella pero creo que la chica no le corresponde igual, incluso actúa de manera interesada en una ocasión. Me ha parecido mala amiga.

A pesar de que los puntos negativos que he mencionado, la lectura me ha resultado bastante entretenida. 
Tiene muchos detalles que me han chirriado y no me han convencido, pero la historia engancha, me intrigaba saber qué escondía Tate, me despertó curiosidad por lo que ocurriría y aunque parece predecible (y a veces lo es) hay varios momentos en los que no tenía ni idea de por dónde iba a tirar la trama.

En cuanto al ritmo, es bastante ameno. No se hace lento o pesado y la obra no llega a las 300 páginas, así que se lee con rapidez.
La narración también me ha gustado. No he notado el cambio de escritura de las dos autoras y su pluma me ha parecido fresca, juvenil y directa.

FLOWER. Un amor intenso es una obra autoconclusiva con una buena narración, un ritmo ágil y una historia algo floja pero interesante, aunque el romance y los protagonistas se me han atragantado en más de una ocasión.

Leyna