Ha llegado el verano en el que Dawna e Indie cumplen 17 años. Durante 33 días tienen la misma edad, una edad a la que la hermana pequeña siempre ha muerto. Así sucedió con la hermana pequeña de la abuela y lo mismo con la de su bisabuela. Esos 33 días resultan inquietantes: si bien las hermanas regresan a Whistling Wing, el que fuera hogar de su abuela, algo ha cambiado. No todos sus habitantes son lo que parecen, los amigos y los enemigos se confunden y una bandada de pájaros, cuyo número crece día a día, les infunde intranquilidad y temor. Cuando Indie y Dawna se dan cuenta de lo que sucede en realidad, casi es demasiado tarde para ponerle remedio.
Indie y Dawna son dos hermanas que se ven arrastradas a la que fue la casa de su difunta abuela. Ésta no quería que sus nietas estuvieran allí, pretendía mantenerlas lo más alejadas posible de la zona, pero la poco equilibrada madre de las chicas insistió; por lo que ambas hermanas acaban encontrándose en un lugar inquietante donde cada vez parecen habitar más pájaros extraños, y donde comenzarán a sucederse acontecimientos escalofriantes.
Aunque la sinopsis no acababa de aclararme qué podía encontrar en esta obra, me resultaba muy curiosa, así que no dudé en introducirme en su lectura y descubrir todo lo que la novela esconde.
Por desgracia, lo que más me ha gustado es la edición (el resto no me ha convencido en absoluto): pasta dura con sobrecubierta, una portada llamativa y la forma en que están presentados los capítulos, con plumas blancas cuando se tratan de los narrados por Dawna y con plumas negras cuando es Indie quién cuenta su punto de vista.
Aunque la sinopsis no acababa de aclararme qué podía encontrar en esta obra, me resultaba muy curiosa, así que no dudé en introducirme en su lectura y descubrir todo lo que la novela esconde.
Por desgracia, lo que más me ha gustado es la edición (el resto no me ha convencido en absoluto): pasta dura con sobrecubierta, una portada llamativa y la forma en que están presentados los capítulos, con plumas blancas cuando se tratan de los narrados por Dawna y con plumas negras cuando es Indie quién cuenta su punto de vista.
Tal y como acabo de puntualizar, las hermanas protagonistas son las que, a través de sus diferentes vivencias, nos relatan la historia, alternando sus capítulos.
Aunque no he conectado con ninguno de los personajes, prefería leer la historia de Indie. A pesar de su impertinencia y bordería (a contestona no la ganan) es la más natural y espontánea; su ironía hace que tenga un par de buenos puntazos. Junto con ella, Gabe es el que menos me desagradó. Es un joven misterioso, enigmático y con un toque salvaje y oscuro; aunque perdió parte de su encanto cuando empieza a declarar amor eterno a diestro y siniestro a los dos días.
El resto del elenco me ha parecido insulso e insípido: Dawna es sensata, responsable y seria, no me cayó bien y me resultó tremendamente plana y sosa; y la madre de ambas chicas es una persona poco estable, insufrible y creyente al 100% en ángeles y elementos esotéricos.
Me costó situarme y coger el punto a la trama (esto último creo que no lo conseguí en ningún momento). Es desconcertante, muy liosa y elementos explicados en el argumento sólo se mencionan en un par de ocasiones, como el peligro de que Dawna e Indie tengan la misma edad.
Hay poco romance, pero en mi opinión no está bien construido. Lo encuentro forzado, metido con calzador: ¿es que tienen que buscar un novio a cada una de las hermanas así porque sí? Y encima sus relaciones se estancan y no se desarrollan: me cansé de leer escenas prácticamente iguales, y que cada momento de las protagonistas con sus respectivos fueran repetitivos; un amor tan repentino e injustificado para que al final ni Dawna ni Indie evolucionen con sus chicos.
El romance de las protagonistas no es lo único que no avanza, la trama es excesivamente introductoria y no se pone un poco emocionante hasta el final. Las hermanas pasan el rato acordándose de su abuela, hablando/discutiendo entre ellas, dándose paseos y peleándose con su madre y el guía espiritual de ésta. Hay muchísimas escenas aburridas, que no aportan nada y que están totalmente de relleno. Me costó acabar el libro (estuve a punto de dejarlo a medias más de una vez) por su ritmo lento y tedioso: tiene demasiadas páginas (casi 500) para las pocas cosas que ocurren. Esa extensión es exagerada para lo que transcurre en la novela. La historia podría contarse en la mitad de hojas, o por lo menos aprovechar las que sobran para que el argumento no quede cojo. Me faltaron explicaciones y que me fundamentaran ciertos hechos o revelaciones.
La narración tampoco ha sido de mi agrado: está repleta de frases entre comillas que me resultaron cargantes y me dificultaron la lectura, hay demasiadas reflexiones y pocos diálogos y se pasa de una cosa a otra de repente, cambiando de escena sin poner al lector en situación. También podemos encontrar flashbacks que están mal introducidos, por lo que cuesta diferenciarlos.
El verano de los ángeles oscuros. La promesa es el primer libro de la serie Ángeles Oscuros.
La segunda parte, titulada El otoño de los ángeles oscuros. La tentación, se publicará en castellano en septiembre de este año.
El verano de los ángeles oscuros. La promesa se me antoja una primera parte de saga demasiado introductoria y extensa, con una trama mal aprovechada a la que se la podría haber sacado más partido, un ritmo lento y unos personajes poco destacables.
No leeré la segunda parte.
Eso sí, la edición está muy currada.
Leyna