Nacida envuelta en el velo de los Primigenios, una
Doncella como prometieron los Hados, el futuro de Seraphena Mierel nunca
ha sido suyo. Elegida antes de nacer para cumplir el trato desesperado
que aceptó su antepasado para salvar a su gente, Sera debe dejar atrás
su vida y ofrecerse al Primigenio de la Muerte como su consorte. Sin
embargo, el verdadero destino de Sera es el secreto mejor guardado de
todo Lasania. No es la Doncella bien protegida que todos creen, sino una
asesina con una misión, un objetivo: hacer que el Primigenio de la
Muerte se enamore, convertirse en su debilidad, y después.terminar con
él. Si fracasa, condena a su reino a una muerte lenta a manos de la
Podredumbre.
Sera siempre ha sabido lo
que es. Elegida. Consorte. Asesina. Arma. Un espectro nunca del todo
formado pero aun así empapado de sangre. Un monstruo. Hasta él. Hasta
que las palabras y acciones inesperadas del Primigenio de la Muerte
ahuyentan la oscuridad que se iba acumulando en su interior. Y sus
caricias seductoras prenden una pasión que Sera jamás se había permitido
sentir y que no puede sentir por él. Pero Sera nunca ha tenido
elección. Sea como sea, su vida está perdida, siempre lo ha estado, pues
ha sido tocada para siempre por la Vida y la Muerte.
Tenía unas ganas locas
de leer esta primera parte de la precuela de De sangre y cenizas por
sus protas y por la trama (que me llamaba un montón). Ya tras el
prólogo estaba con el hype por las nubes y dentrísimo de la historia.
Este
libro, a mi parecer, es mucho mejor que la saga principal: me gustan
más sus personajes (tanto principales como secundarios), el argumento me
resulta más llamativo e interesante y creo que cositas que no me
convencían en los libros de Poppy (y que son repetitivas)
están mejor construidas, pensadas e hiladas en esta obra.
La temática de las
deidades, dioses y primigenios me parece intrigante y atrayente, y me
despierta mucha curiosidad por saber qué pasó y cómo unirá la autora
esta historia con la serie principal. También me llama muchísimo la
atención saber más sobre el lugar donde viven y sus diferentes cortes y
roles.
Nyktos me enamoró de principio a fin. Ha
alcanzado el top en mi lista de personajes: me encanta su forma de ser y
de tratar a Sera. Aunque es letal y misterioso, también se siente amable, comprometido y atento. Me encanta su don e historia y me gusta que sea tan leal con su gente, dispuesto a todo por ellos. Sera también me ha ganado, aunque tiene momentos de querer zarandearla. Es intrépida, contestona, sarcástica y curiosa.
Otro puntazo del libro es la aparición de los
drakens: seres increíbles que inspiran tanto intriga como ternura
(quiero una cría de draken, he dicho).
El ritmo me agradó mucho, equilibrando a la perfección los momentos de acción, revelaciones y romance.
La única pega que saco es el capítulo final.
Se desvelan muchos detalles sin sentido que ni me gustan, ni me parecen
coherentes; incluso me dan repelús. Espero que la autora reconduzca todo
esto de una forma satisfactoria en la siguiente entrega.
Una sombra en las
brasas es, hasta ahora, mi mejor lectura de 2022. Me tuvo
enganchadísima y no puedo esperar a leer la segunda parte.
Leyna