Reseña: Ugly Love

 

Cuando Tate Collins conoce al piloto Miles Archer, no cree que sea amor a primera vista. Ni siquiera irían tan lejos como para considerarse amigos. Lo único que Tate y Miles tienen en común es una innegable atracción mutua. Una vez que sus deseos salen a la luz, se dan cuenta de que tienen el acuerdo perfecto. Él no quiere amor, ella no tiene tiempo para el amor, así que solo queda el sexo. Su arreglo podría ser sorprendentemente perfecto, siempre que Tate pueda cumplir con las únicas dos reglas que Miles tiene para ella.

Nunca preguntes sobre el pasado. No esperes un futuro.Creen que pueden manejarlo, pero se dan cuenta casi de inmediato de que no pueden en absoluto.

Los corazones se ablandan. Las promesas se rompen. Las reglas se hacen añicos.


De los libros que he leído de la autora, este es mi favorito por el momento.

Los protagonistas son Tate y Miles. Ella es enfermera y se ha mudado a vivir con su hermano piloto. El primer día que llega a su nueva casa conoce a su vecino, piloto también, con quien desde el principio comparte una gran atracción física. Ambos van acercándose hasta el punto de no poder resistir la pasión que sienten, pero Miles le deja claro a Tate que no puede enamorarse. Es por eso que acuerdan mantener una relación de solo sexo, sin involucrar sentimientos.

Una de las cosas que más me han gustado de la obra es que ambos comparten narración, pero mientras los capítulos de ella se centran en el presente los de Miles cuentan hechos transcurridos tiempo atrás. Los dos puntos de vista van entrelazándose y quienes leemos el libro iremos comprendiendo qué es lo que le ocurrió en el pasado a nuestro protagonista para que ahora se muestre tan cerrado con su corazón y no quiera saber nada del amor. 
Desde el principio queda claro que esa actitud muchas veces distante tiene que ver con algún trauma que experimentó, y considero que la autora refleja muy bien lo atormentado que se siente.

Estaba muy intrigada por saber qué es lo que pasó, y a medida que los capítulos avanzan nos vamos haciendo una idea.

Algo que me encantó es que, aunque sabemos que Colleen Hoover siempre incluye gran cantidad de drama en sus historias, en este caso creo que es menor que otras veces (y mayor en cuanto al contenido sexual). La carga dramática se encuentra en la perspectiva de Miles y en su pasado. Tate no tiene ningún tipo de problema familiar ni sentimental, ha tenido una infancia y una vida feliz y me gustó que en esta ocasión no fuera la protagonista femenina quien aportara el toque intenso a la trama. A pesar de que la tristeza y el dolor embargan el pasado de Miles la obra está llena de optimismo y esperanza.

Además, todas las emociones que ella experimenta son realistas: resulta muy fácil comprenderla y ponerse en su lugar. Miles le gusta, siente la gran química que comparten, pero no entiende por qué se muestra tan cerrado y distante en ocasiones. Sabe que quiere más de lo que acordaron tener y que acabará sufriendo, pero a la vez él siempre ha sido claro con ella y Tate ni quiere, ni puede, mantenerse alejada.

El final me encantó, y los paralelismos entre el pasado y el presente son muy interesantes de leer.
Aunque con su momento crudo de tristeza, me ha parecido una historia preciosa y la he disfrutado muchísimo.

Leyna

Reseña: Magnolia Parks

 


Ella es una preciosa, rica, egoísta y un poco caprichosa socialité londinense. Él es el chico malo más fotografiado de Inglaterra, y su rompecorazones particular. Todo el mundo sabe que Magnolia Parks y BJ Ballentine están hechos el uno para el otro. Pero el destino no parece estar de su parte. Por mucho que Magnolia intente poner distancia saliendo con otra gente y BJ se acueste con otras chicas para vengarse, siempre acaban volviendo a los brazos del otro. Entre las cicatrices de un viejo amor y los secretos que por ellas asoman, Magnolia y BJ se verán obligados a encararse para responder a la pregunta que llevan toda la vida evitando: ¿cuántos amores tienes realmente en una vida?


Dejando de lado que la traducción y corrección del libro dejan bastante que desear (porque sí, hay fallos garrafales y algunos muy seguidos que sacan totalmente de la lectura), la forma de narrar de la autora no me ha gustado. La encuentro demasiado caótica y como si sus personajes tuvieran verborrea. Solo hay diálogos (muchos de ellos de relleno), descripciones de ropa y monólogos internos donde el elenco sufre la verborrea anteriormente citada.

La ambientación es completamente nula: las únicas pocas descripciones que hay son sobre la ropa de los personajes y las marcas. No describen las casas, las discotecas, los restaurantes ni cualquier sitio donde se encuentran; a veces me costaba recordar dónde estaban. Pero cuando llegamos a la ropa tenemos párrafos explicándonos cómo son las prendas y una lista interminable de una marca tras otra... y eso no es lo mío.

Por otra parte, y esto no es culpa del libro sino de cómo se ha vendido, no me ha parecido en absoluto un Gossip Girl en Londres. Aparte de que no hay ninguna persona o aplicación que se dedique a destapar sus trapos sucios, solo paparazzis normales y corrientes (y tampoco tanto como creía), Gossip Girl para mí son traiciones, amistades, enemistades, amores y desamores, venganzas, boicots... Y de eso hay poco y tarde. Tan solo nos narran la relación tóxica y sí, salseante pero cansina, de Magnolia y BJ. No considero que cualquier trama sobre un grupo de jóvenes ricos sea un sinónimo de Gossip Girl. 
Y lo de niños ricos habría que hablarlo, porque sí, no paran de mencionar marcas supercaras y de hablar de lo millonarios que son, pero lo he leído más de lo que lo he sentido: sé que son ricos porque la autora no para de repetirlo y porque usan ropa de diseño y que cuesta un dineral. Fin.

Otro problema que he tenido con el libro es que tiene muchísimo relleno. Siento que no pasa gran cosa y que simplemente dan vueltas una y otra vez a las idas y venidas de los protagonistas: la trama avanza tan despacio que podría haberse contado en menos páginas. Esto, sumado a que la dinámica entre la pareja protagonista se me antojaba excesivamente repetitiva, provocó que la historia me resultara aburrida y pesada. 

Al comienzo sí que disfruté del salseo entre Magnolia y BJ: quería entender su relación y me intrigaban sus movidas. Comprendo mucho más la postura de ella que la de él, a pesar de que ambos nos cuentan su perspectiva al dividirse la narración de los capítulos. En ocasiones rompen la cuarta pared y se dirigen directamente a quienes leemos el libro; he visto a gente quejándose por esto, así que os aviso por si no es lo vuestro. 

El mamarracheo que al inicio me interesaba me fue cansando a medida que pasaban las páginas. Ocurre lo mismo una y otra vez: el bucle se repite y vuelta a empezar. He echado en falta más tramas con otros personajes, algo que involucrara a más miembros del elenco, un salseo de otro tipo y que se tocaran temas diferentes más allá del ni contigo ni sin ti entre Magnolia y BJ. Creo que la autora podía haber metido otro tipo de tramas más diferentes entre sí para justificar sus idas y venidas en lugar de repetir la misma todo el rato. 
La relación entre ellos es tóxica en cuanto a la dependencia e incluso obsesión que llegan a experimentar el uno por el otro. Me ha gustado y convencido cómo se expresaban ciertos sentimientos; sin embargo, para mí no compensa a todo lo demás.

El final se me ha quedado muy flojo. Ocurre algo que veía a venir desde muchísimo antes, y que el desenlace sea tan predecible ha provocado que no me impactara ni resultara fuerte. 

Que un libro de 450 páginas, sin ningún tipo de edición especial ni tapa dura, cueste 20€ me parece un robo; pero que encima esté fatal traducido y corregido es una vergüenza.

Leyna

Reseña: Montañas de cristal

 

Durante toda su vida, la aldea de Gesela ha estado maldita. Y no ha sufrido una única maldición, sino una tras otra. Cuando sucede, uno de sus habitantes debe romperla, siempre con consecuencias. Tras secarse el pozo, Gesela debe salvar a la aldea matando al sapo que hay dentro. El problema es que... ¡El sapo no es un sapo! Es un príncipe elfo que también está maldito y, tras su muerte, sus hermanos claman venganza. Como castigo, envían a Gesela a vivir con el séptimo hermano, al que llaman "la bestia". Cuando creía que su destino iba a ser convertirse en la prisionera de un monstruo, resulta que la bestia es un ser realmente guapo y, en vez de encerrarla, le ofrece un acuerdo: si averigua su auténtico nombre, se podrá ir. Gesela acepta, pero no es tan simple como pudiera parecer, porque deberá pronunciar su nombre con amor para que él también pueda ser libre. ¿Serán capaces de amarse a tiempo?


Montañas de cristal es la primera parte de una serie de libros cortos y autoconclusivos de fantasía, donde cada obra adaptará un cuento distinto y tendrá protagonistas diferentes.

Esta entrega es un retelling de La bella y la bestia, pero tiene un montón de elementos de los cuentos de hadas irlandeses y de las historias de los hermanos Grimm y de Hans Christian Andersen. Me sentí muy complacida al leer tantas referencias e incluso al ver cómo se ridiculizan algunos temas típicos, como el de la damisela en apuros. Fue un placer ver la manera en que la autora confronta ideas machistas y superficiales de los cuentos clásicos.

He leído otras novelas de Scarlett, así que sabía que la historia tendría bastante spicy. Dado que se trata de un libro de menos de 230 páginas temía que una trama autoconclusiva se quedara corta, pero me he llevado una grata sorpresa: he encontrado una obra con chicha e intriga, que está bien elaborada y que me ha tenido enganchada. Claro que hay contenido erótico, lenguaje obsceno y muchos desnudos, pero por suerte el nivel fue menor de lo que pensaba en un inicio y, en cambio, hubo mucho más argumento del que creía. 

La ambientación me ha gustado, me resulta sumamente atrayente ese mundo de cuento que crea la autora, repleto de maldiciones, príncipes elfos, espejos mágicos, tratos, bosques encantados, traiciones y secretos. 

Gesela debe poner fin a una de las maldiciones que está asolando su aldea, pero sabe que tendrá horribles consecuencias. Matar a un sapo que acaba siendo un elfo de la realeza desemboca en que la joven termine en el castillo de la bestia. Si no adivina su nombre en un plazo de una semana tendrá que quedarse allí durante seis años. 

La lectura es muy ágil; el libro se lee solo. Los capítulos son cortos y me alegró descubrir que ambos protagonistas narran su perspectiva. Los capítulos de ella están señalados con una enredadera con rosas y los de él con una planta llena de espinas. 

Otro punto positivo es la edición: a lo largo de toda la novela nos acompañan bonitas ilustraciones en blanco y negro (además del mapa del inicio y de los dibujos que diferencian los capítulos). Os dejo un ejemplo para que veáis el estilo de dibujo.

Al igual que en La bella y la bestia, Casamir debe conseguir que Gesela se enamore de él, para lo cual pide consejo a otros personajes. Estas escenas, donde predominan los diálogos mordaces, me hicieron mucha gracia; me agradó que a pesar de lo oscuro y sangriento de algunas partes de la trama también hubiera momentos de humor.

Recomiendo leer la nota de la autora que aparece al final, dado que explica muy bien en qué cuentos se basó para escribir la obra y algunas decisiones que tomó en cuanto al argumento. También confirmó que habría un libro por cada hermano de Casamir, ¡no puedo esperar a leerlos! Sobre todo con la trama común de fondo que se vislumbra. 


Montañas de cristal ha sido una lectura que me ha dejado muy satisfecha. A pesar de ser un libro corto y autoconclusivo (algo que no abunda en fantasía) tiene una historia bastante completa: con intriga, romance, traiciones, spicy, toques cómicos, sangre y bellas ilustraciones.

Leyna

Reseña: The dark king

 

Para Bryn, un viaje al exclusivo hotel Nightfall de Las Vegas era una forma inmejorable de escapar de los escombros en los que se había convertido su carrera. Sin embargo, despertarse tras una noche de martinis y lujuria y descubrir que se había casado con Caiden, el multimillonario que poseía el hotel y la mayor parte de la ciudad, no es el premio gordo que esperaba. Al parecer, su misterioso y sexy marido es el rey feérico de la Corte de la Noche, un mundo secreto escondido tras el velo de Las Vegas. Pertenezcan a la luz o a las sombras, los feéricos no tienen nada que ver con los personajes de los cuentos de hadas, y ahora han convertido a Bryn en un peón que utilizan en sus oscuros juegos. Y Caiden es el más peligroso: un cóctel de pecado y apetito salvaje e insaciable. Bryn debería huir. Pero cada noche de pasión la sumerge más en ese mundo, hasta el punto de que ya no está segura de si querría irse... aunque pudiera.


Este libro no ha sido para mí. En absoluto.

Antes de entrar en por qué no me ha gustado, debo decir que no entiendo el afán de comparar cualquier libro de fantasía con las obras de Sarah J Maas (sobre todo si aparecen faes) o Jennifer L Armentrout. Vale que es una estrategia de márketing para ganar más, pero normalmente no es fiel a la realidad: en la mayoría de los casos, las historias se parecen lo que un huevo a una castaña. Y es lo que ocurre con The dark king: lo venden como una mezcla entre Acotar y 50 sombras de Grey cuando de Acotar no tiene nada. Sí, salen faes y algunos nombres recuerdan a los de esa saga, pero hasta ahí llega el parecido. Es un 50 sombras ambientado en las Vegas y con leves toques de fantasía (porque no, de eso tampoco hay mucho).

Dejando la, para mí, errónea forma de vender el libro, no es lo mío. El dark romance no es algo que disfrute, y soy consciente de que en muchos aspectos no ha sido mi tipo de lectura por temas totalmente subjetivos: ciertos comportamientos, escenas spicy y lenguaje empleado no me van nada de nada. Tampoco me gusta el instalove y, aunque es una obra no muy larga y autoconclusiva, por lo que la trama debe avanzar deprisa, no me convencen las cuestiones mágicas que explican tanto la proximidad forzada como esos sentimientos tan repentinos. Las encontré demasiado convenientes.

Las escenas spicy no son el tipo de encuentros subidos de tono y explícitos que me gusta leer, en especial por el lenguaje y las perlas que intercambian los protas durante los mismos. 

Lo bueno es que se lee rápido y que, en general, no está mal escrito. Pero ni los personajes ni el argumento me resultan memorables. No es que Bryn y Caiden me cayeran mal, sino que más bien me eran indiferentes. Sí que ella peca a veces de niñata contestona y él de celoso y posesivo (algo que normalmente no soporto), pero como tampoco estaba muy metida en la historia... en esta ocasión me dio más igual. Los hermanos de él son los encargados de aportar el alivio cómico a la novela y, supongo, serán los protagonistas de las siguientes entregas.

Los capítulos son más bien cortos y están repletos de diálogos que agilizan la lectura, por lo que el ritmo resulta bastante fluido. 

Esta obra es la primera de una serie de tramas autoconclusivas que tendrán distintos personajes principales en cada libro, pero yo me planto aquí.


The dark king no ha sido mi tipo de lectura en cuanto a trama, elenco o estilo.


Leyna


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