Feyre está desesperada, su vida y la de su familia dependen de ella. Enfrentada al hambre más absoluto, no dudará en ir al bosque prohibido y matar si es necesario. Pero su osadía la convierte en prisionera del misterioso Tamlin, quien a pesar de su aparente frialdad la hará descubrir una ardiente pasión que marcará su destino. Lejos de su familia y su mundo, Feyre tendrá que tomar una decisión capital para salvar todo lo que ama.
Lo sé, he tardado demasiado en leer este libro. Es la típica saga que sabía que me iba a encantar por la trama paranormal con seres increíbles, magia, acción, intriga, secretos y romance... pero no acababa de animarme a leerla porque me daba pereza; sentía que en los momentos en los que me planteaba empezarla no me apetecía y no iba a disfrutarla como se merecía. Hace poco, este primer libro comenzó a llamarme desde la estantería (primero con susurros y después a gritos), así que lo cogí, me sumergí entre sus páginas...Y me ha ENCANTADO *O* Hacía muchísimo que no me daba tan fuerte con un libro, han pasado años desde la última obra que me pareció un 10/10. Todo llega en el momento adecuado y me alegro de haber leído Una corte de rosas y espinas ahora: porque ya no podía con el hype, porque lo he saboreado y disfrutado al máximo y porque tengo los libros siguientes para devorarlos en cuanto me apetezca sin esperar a que se publiquen.
Feyre es un personaje excepcional. Una chica dura y fría por la vida que ha llevado, sacrificándose cada día por su padre y sus dos hermanas, cazando, buscando algo que poder llevarse a la boca, cortando leña... Así que cuando ve un enorme lobo en el bosque, no duda en matarlo, aún sospechando que podía tratarse de un inmortal. Uno de esos seres que deberían estar al otro lado del muro desde que los humanos y los fae firmaron una tregua y acordaron vivir separados. Pero Feyre en ese momento sólo era capaz de pensar en las monedas que recibiría a cambio de la piel de ese lobo y de las semanas que ella y su familia podrían comer con eso. Lo que no esperaba es que una bestia llegara reclamando una vida por otra, se la llevara a sus territorios y le mostrara un mundo completamente nuevo. Un mundo maravilloso y aterrador.
La trama, basada en La Bella y la bestia, me encanta. Obviamente se toma muchas, muchísimas, licencias con respecto al cuento, pero la base está ahí. Me fascina cada detalle, cada toque aportado. Sarah J. Maas acaba de convertirse en una de mis autoras preferidas; no puedo esperar a seguir con esta saga ni a empezar la de Trono de cristal. Escribe con elegancia, con sentimiento, y narra a la perfeccción cualquier tipo de escena, da igual que sea de acción, de romance o de drama. La autora tiene un talento especial para aportar a cada situación la intensidad necesaria y el toque adecuado de emoción, intriga o crudeza. Y, os aseguro, que no da puntada sin hilo.
El universo del libro me APASIONA. Los inmortales, fae, altos fae, lores, sus poderes, habilidades... y sus cortes. Corte Primavera, Verano, Otoño, Invierno, Amanecer, Día y Noche. Es genial que cada una tenga unos rasgos tan característicos. Aunque en esta novela apenas se pueden vislumbrar por encima, estoy segura de que se profundizará en ellos en los próximos libros.
Los personajes son tan deliciosos como el resto de componentes de la historia. Soy fan de Feyre, una superviviente que sabe lo que es luchar y ganarse cada cosa que ha conseguido en su vida. Es valiente, astuta, observadora, entregada y compasiva. Daría todo y haría todo por proteger a quienes ama, y lo demuestra con creces. Me flipa su lado más sarcástico y vacilón; siempre con una respuesta mordaz en la punta de la lengua. Tamlin me gustó por su amabilidad, por lo atento y cariñoso que se muestra con Feyre, por todo lo que es capaz de hacer para mantenerla a salvo; pero reconozco que su pasividad en ciertos momentos me sacaba de quicio. Lucien, el mejor amigo de Tamlin y opositor número uno de Feyre, me cayó muy bien. Se ha ganado mi cariño y llegué a disfrutar de los piques y pullas entre los dos. Rhysand es un personaje misterioso, con poderes bastante letales, que va cobrando protagonismo en la novela y del que sin duda sabremos mucho más en las siguientes. Es atractivo, estratega y descarado, me suscita mucha intriga.
El ritmo es increíble. La obra se lee con fluidez, gracias a la narración de la autora y a la trepidante historia. No me aburrí en ningún momento, todo el tema de La Plaga que asola a las cortes me gustó mucho y la trama está repleta de secretos, revelaciones, sorpresas y giros argumentales que mantienen al lector pegado a las páginas.
El final, especialmente los últimos parráfos, me han dejado una sensación estupenda. Hay hilos y temas de los que tirar para la segunda parte, pero la historia también podría acabar ahí.
Una corte de rosas y espinas es el mejor libro que he leído en años; reconozco que me ha dado muy fuerte con esta saga y estoy deseando ponerme con el siguiente.
Una historia con todos los ingredientes: personajes inolvidables, narración espectacular, ritmo fluido y un genial argumento paranormal y de fantasía, con amor, acción, magia, drama, toques de humor, secretos y sorpresas.