En el reino de Miraji, las personas son como su desierto: implacables. Sólo alguien nacido entre el sol abrasador y las arenas mágicas puede hacer que todo cambie. Amani vive en una aldea oprimida por el sultán de Miraji, en la que miseria y magia conviven. La joven tiene un sueño: escapar de allí y llegar a
la capital del imperio. Disfrazada de chico y protegida por su asombrosa habilidad como pistolera, emprende la fuga con la ayuda de Jin, un fascinante extranjero al que el ejército persigue por razones desconocidas.
Juntos lucharán por sobrevivir atravesando el desierto, aunque ello implique convertirse en auténticos bandidos.
Lo primero que llama la atención de esta historia es su ambientación. Nos encontramos en un desierto lleno de leyendas y donde existen la magia y diversas criaturas sobrenaturales, entre ellas los genios.
Me ha llamado la atención lo novedoso de la novela, así como la cultura, política, leyes y seres del lugar. La trama y los tintes paranormales que posee son originales e interesantes. Resulta curioso conocer el origen y las características de las distintas criaturas que aparecen.
Amani, la protagonista de la obra, es un buen personaje principal. Es fuerte, astuta, independiente y resuelta. Es determinada y muy capaz de valerse por sí misma sin necesidad de nadie. Una joven luchadora que desea huir de casa para evitar un desagradable destino y que hará todo lo que haga falta para salir adelante y conseguir sus objetivos. Sin embargo, en el proceso se topará con Jin, inteligente, impulsivo y misterioso, y juntos se embarcarán en una aventura que va más allá de escapar y se verán en medio de una guerra, envueltos en un asunto mucho más serio e importante.
Tanto Amani como Jin tienen un pasado que intentan ocultar y secretos (algunos que hasta ellos mismos desconocen) que darán un vuelco a su vida en cuanto salgan a la luz. He de reconocer que, aunque sabía que algo raro estaba pasando, fui incapaz de adivinar el qué, fallando en mis sospechas, por lo que me sorprendió bastante.
Lo que más me ha gustado del libro es la relación entre Amani y Jin. Comienza de una manera peculiar y nada típica; ninguno es lo que aparenta y tienen más en común de lo que creen. Me hacían gracia sus puyitas y el constante tira y afloja que hay entre ellos. Además, agradezco que su historia se vaya forjando poco a poco y no de manera precipitada.
El punto negativo es que, aunque hay mucha acción y ocurren bastantes acontecimientos emocionantes, el ritmo se me hizo algo pesado.
Por último, quiero destacar la edición: en pasta dura blanca con sobrecubiertas donde los dibujos y detalles en rojo son brillantes.
El desierto en llamas es una primera parte de saga plagada de aventuras, magia, acción, sorpresas y un poco de humor y romance.
Leyna