La verdad sobre el plan de Sera ha salido a la luz, y ha hecho pedazos la frágil confianza que se había forjado entre ella y Nyktos. Rodeada de personas que no confían en ella, solo le queda cumplir con su deber. Hará lo que sea necesario para acabar con Kolis, el falso Rey de Dioses, y su gobierno tiránico en el Iliseeum, y así detener la amenaza que supone para el mundo mortal. No obstante, Nyktos tiene un plan, y mientras trabajan juntos lo último que necesitan es la innegable y abrasadora pasión que continúa ardiendo entre ellos. Sera no puede permitirse enamorarse del torturado Primigenio, especialmente ahora que la posibilidad de obtener una vida alejada de un destino que nunca quiso está más cerca que nunca. Y cuando Sera comienza a darse cuenta de que quiere ser más que Consorte solo en el nombre, el peligro que los acecha se intensifica. Los ataques en las Tierras Umbrías se multiplican y cuando Kolis los convoca a la Corte, un nuevo riesgo se hace evidente. El poder Primigenio de la Vida crece en su interior y, sin el amor de Nyktos (una emoción que él es incapaz de sentir), no sobrevivirá. Eso si consigue alcanzar su Ascensión y Kolis no la atrapa primero.
La perfección hecha libro
Su primera parte, Una sombra en las brasas (reseña AQUÍ), fue mi mejor lectura del año pasado, por lo que el listón estaba muy alto. Sin embargo, esta continuación me ha gustado todavía más y no solo será mi mejor lectura del año (dudo que otra obra la desbanque) sino que se ha convertido en uno de mis libros favoritos.
Una de las primeras cosas que me encandiló es que la pluma de Jennifer me ha parecido superior, y eso que es una autora que siempre he considerado que narra de maravilla. Tampoco recordaba lo divertida que pude llegar a ser: hacía muchísimo que no me reía tanto con un libro. Está repleto de comentarios mordaces y divertidos y de diálogos ágiles. Por cada contestación sarcástica de Sera tenemos una respuesta aún más irónica de Nyktos (y viceversa). Me lo he pasado en grande con las pullas de estos dos.
El elenco es el punto fuerte de la novela. Nyktos es EL personaje, se ha convertido en mi preferido de todos los tiempos y soy fan de cada cosa que dice y hace. Casi cada vez que abría la boca ponía un post-it: sus frases son para enmarcar. Además, me encanta esa dualidad entre el primigenio letal que es y la amabilidad, comprensión y bondad que muestra. Me enamora su personalidad y cómo trata a Sera. Ella, por su parte, me ha gustado mucho, más que en el primer libro. Podemos ver un lado más vulnerable de su persona y es genial que Jennifer trate temas como la salud mental. Juntos forman una gran pareja y ha sido todo un placer verlos abrirse y conocerse mutuamente.
Los secundarios son estupendos: es imposible no cogerles cariño y, en concreto, me intrigan los drakens. Lo que tiene que ver con ellos me interesa muchísimo, por no hablar de lo potente que es Nektas como personaje, de la forma en que se me caía la baba con Jadis y lo curioso que es ver a Reaver de pequeño.
Siento que este libro está perfectamente equilibrado: alterna la acción, las sorpresas y las revelaciones con escenas tanto picantes como más emocionales y sentimentales.
El final es frenético, crea mucha tensión y deja con el corazón en un puño. A partir de cierto punto la intriga no para de crecer, así como no dejan de tener lugar hechos importantes y desgarradores que no esperaba.
He sido inmensamente feliz leyendo esta historia y hacía tiempo que no vivía un libro con esta intensidad. Me tenía enganchada desde el primer párrafo, la trama me ha resultado adictiva y no hay nada que me haya desagradado. Todos los detallitos que no me convencen de la saga principal no existen en la precuela, y aquello que no me gustó del final de su primera parte se arregla con creces en esta.
Reseña Una sombra en las brasas AQUÍ
Una luz en la llama lo ha sido TODO: todo lo que esperaba y más. Una historia interesantísima, unos personajes maravillosos, un villano que da escalofríos y una narración increíble llena de humor y sentimiento.
Leyna