A los diecisiete años, Anna K., una joven de origen coreano, tiene una vida de ensueño: es una de las chicas más populares de Manhattan, tiene un novio perfecto (aunque quizá algo aburrido) y unos padres que siempre han estado orgullosos de ella. Todo cambiará cuando conozca a Alexia Vronsky, apodado «el Conde» por su fama con las mujeres. Mientras tanto, Steven y Lolly, el hermano de Anna y su novia, intentan superar una infidelidad. Y el amigo de Steven, Dustin, está locamente enamorado de Kimmie, hermana pequeña de Lolly, que lucha por volver a su vida normal, después de que una lesión descarrilara su carrera de patinadora. Una novela irresistible al más puro estilo Gossip Girl que revisa el clásico de Tolstói Anna Karenina. Todas las adolescentes son iguales, salvo cuando tienen el corazón roto.
No he leído Anna Karenina, el clásico en el que se inspira Anna K, pero sentía curiosidad por esta adaptación.
He disfrutado mucho de su lectura; me lo he bebido en nada. A pesar de sus 500 páginas el libro me duró dos días.
La narración de la autora es ágil, amena y engancha. A pesar de que no hay muchos diálogos (cosa que en general no suele convencerme) en esta ocasión me ha gustado como Jenny Lee cuenta la historia y se mete en el interior de cada personaje. El narrador en tercera persona va siguiendo la vida y dramas de los distintos miembros del elenco, y esa forma de narrar hace que de repente se suelten auténticas bombas que nos dejarán con la boca abierta.
La historia atrapa desde la primera página ¡y no exagero!. El salseo es real. MUY REAL. Uno de los aspectos que más me han gustado del libro es precisamente la cantidad de cosas que pasan y el interés de la vida privada y amorosa de los protagonistas y secundarios. Estamos en un ambiente de jóvenes ricos donde los problemas familiares, los líos románticos y la presión de la sociedad tienen muchísima importancia.
Anna es un chica responsable, madura y compasiva. Lleva 3 años saliendo con Alexander y todo el mundo los considera la pareja perfecta. Hasta que Alexia Vronsky entra en escena: un joven mujeriego, carismático y decidido que pondrá la vida de Anna patas arriba. Steven (el hermano de Anna) y su novia Lolly están pasando por cierta crisis de pareja. No puedo negar que al principio ninguno de los dos me gustaba (él por egoísta y ella por superficial y mimada) pero incluso los personajes que menos gracia me hacían me acabaron gustando mucho al terminar el libro. Fui simpatizando con ellos y dándome cuenta de que no son ni blancos ni negros y que hay muchos matices de grises en todos ellos. Kimmie es la hermana de Lolly, quién ahora mismo no está pasando por su mejor momento; y Dustin es un chico estudioso, tranquilo y tímido que poco a poco se irá abriendo al mundo.
Además de infidelidades, venganzas, rechazos, tradiciones, desamores, fiestas y cotilleos, este libro también trata otros temas, como la salud mental o las drogas. Me gusta que entre tanta aparente frivolidad haya una base que demuestra que esta historia es mucho más que eso.
Además de por su ritmo fluido, la novela se lee en nada por las ganas de saber qué va a pasar a continuación. Tiene giros y sorpresas, y me encanta la forma en la que convergen las tramas de los diferentes personajes. Además, aunque cuenta con una segunda parte (aún no publicada en España) e libro acaba cerrado, por lo que podría leerse de forma independiente.
Como pega debo decir que, al basarse en un clásico, hay determinados momentos, acciones y situaciones que me parecen poco apropiados para esta época y que encuentro algo surrealistas (además de pasarse un pelín con el drama).
Anna K ha resultado ser una lectura más adictiva de lo que esperaba. Engancha desde el principio, hay mucho salseo y mete al lector de lleno en la historia. Un libro en el que he estado pensando incluso días después de haberlo terminado.
Leyna