No se puede escapar del País de las Maravillas.
Alyssa está decidida a rescatar sus dos mundos y a toda la gente que quiere. Incluso si eso significa tener que desafiar a la Reina Roja en una gran batalla final. Ahora que la madriguera del conejo ha sido cerrada, la única manera de llegar al País de las Maravillas es a través del mundo que hay al otro lado del espejo.
Alyssa y su padre viajarán al corazón de la magia y, junto a Jeb y Morfeo, intentarán salvar el País de las Maravillas. Pero si tienen éxito y consiguen salir con vida, ¿podrán tener todos el final feliz que ansían?
Tras el desastroso baile que acabó con Roja, Jeb y Morfeo en Cualquier Otro Lugar, con Alison encerrada en el País de las Maravillas sin posibilidad de regreso y con Alyssa internada en el psiquiátrico, nuestra protagonista lo tiene difícil. Debe conseguir que su padre recupere los recuerdos perdidos para dar con la forma de llegar hasta el País de las Maravillas, derrotar a Roja, rescatar a su madre, Jeb y Morfeo, y salvar al mundo de las profundidades.
Como he dicho más de una vez, Engaños era una de mis novedades más esperadas: hacía mucho tiempo que no ansiaba tanto un libro. Susurros y Delirios fueron los libros que más me gustaron de todos los que leí en 2014, y Engaños es mi mejor lectura en lo que llevamos de 2015 (aunque hayan pasado pocos meses xD)
Como caracteriza a la saga, esta última obra está repleta de magia, amor, giros argumentales, toques de humor y sorpresas (aunque estaba tan concienciada del título que esperaba algunas más).
Debo destacar el cambio de escenarios que experimenta la trilogía, explorando a conciencia cada rincón de su fantástico universo. En Susurros conocimos el País de las Maravillas, en Delirios la trama transcurre en el mundo real, y en Engaños la historia nos sitúa en Cualquier Otro Lugar. Me ha parecido muy interesante tanto que cada novela se dé en un sitio distinto, como este último escenario, a pesar de ser el ambiente que menos me ha gustado y de echar en falta más cantidad de País de las Maravillas.
A pesar de que este libro me ha gustado muchísimo, no me ha enamorado como los dos anteriores, principalmente por dos motivos:
1. Aunque pasan cosas constantemente, la acción de verdad, el cúlmen, tarda en llegar y cuando lo hace transcurre muy rápido y fácil. Esperaba que Alyssa fuera salvando obstáculos y que, solucionado uno, pasara al siguiente. En cambio, me encontré con que la acción se concentra al final y con que los problemas se resuelven de golpe y sin apenas dificultades. ¡Hay hechos importantes en los que Alyssa ni siquiera está presente! Se crean expectativas sobre ciertas cuentas pendientes para luego resolverlas en un capítulo. Me hubiera gustado algo más emocionante, espectacular y elaborado.
2. No me gusta cómo se resuelve el triángulo amoroso. Deseaba más firmeza, ya que me parece una decisión "cobarde" para con los lectores. De todas las opciones posibles, el libro acaba de la forma que menos quería (y que menos me pega con la saga), se me ocurren varios finales mejores. Sin embargo, reconozco que A.G.Howard lo hace muy bien para que, dentro de la historia, no se vea forzado.
Tampoco me ha hecho gracia que el final se viera venir: ya que el romance tiene tantísimo peso (hasta el punto de que la autora sacrifica la acción por él) hubiera preferido más sorpresas. Considero que una cuestión tan predecible no debería cobrar tanto protagonismo y, si lo hace, que no debería acabar como se da a entender mucho antes.
Los personajes siguen siendo excepcionales, pero además esta novela añade un extra: su espectacular evolución.
Poco a poco, Alyssa ha dejado de ser la chica introvertida, distante y reservada del principio de la trilogía: en Engaños, más que nunca, la vemos fuerte, regia, decidida, luchadora, segura y libre. Su desarrollo personal me parece brutal sobre todo en lo que respecta a conocerse mejor y a aceptarse a sí misma y a abrazar sus dos lados: el mortal y el de las profundidades.
Pero si en Alyssa se nota la transformación, el progreso es aún más evidente en Jeb y en Morfeo. Jeb es el mismo joven bondadoso, leal, entregado, sacrificado, honorable y apasionado, pero empieza a entender el mundo de las profundidades y, por lo tanto, la segunda naturaleza de Alyssa. El suyo es el cambio por excelencia, ya que en este libro encontramos a un Jeb muy diferente al que dejamos en Delirios.
Morfeo es el ser fascinante, arrogante, inteligente, embaucador, atrayente y magnético de siempre; con sus comentarios provocadores, su actitud segura y desenfadada y su esencia manipuladora. Pero en esta entrega se muestra más humano que nunca. Me encantó que Jeb conociera mejor el alma del País de las Maravillas y que a su vez Morfeo comprenda aspectos del mundo de los mortales.
De Engaños podía esperar muchas cosas (y más con ese título) pero lo que nunca imaginé es todo lo que iba a llorar con el epílogo: me ha parecido tan triste y emotivo pero a la vez tan bonito…
Me quedo con los fantásticos mundos que cobran vida en estas páginas, con la magia y el halo algo oscuro que desprende, con sus insuperables personajes, con los mordaces diálogos que me han sacado grandes sonrisas, con el ágil ritmo de la obra y con la maravillosa pluma de la autora, de la cuál puedo sacar muchísimas citas increíbles.
Menos mal que todavía queda por publicarse Untamed, la novela que recopila tres relatos cortos de la saga.
Reseña de Susurros AQUÍ.
Reseña de Delirios AQUÍ.
Engaños es el desenlace de la que se ha convertido en una de mis trilogías preferidas y, a pesar de los fallos encontrados en éste último libro, me ha tocado el corazón.
Eso provoca ciertas cosas. Como hacerle un hueco de honor en mi estantería. Como no parar de dar vueltas a la historia y seguir pensando en ella durante días. Como aferrarme a su mundo y a sus personajes y no dejarlos ir. Como tener unas ganas tremendas de volver a leer las novelas (en parte esperando sentir lo mismo que la primera vez que me adentré en su historia).
Leyna