La noche en la que la vida de Rune cambió, la sangre corría por las calles. Ahora, tras una revolución, las brujas se han convertido en criminales perseguidas. Durante el día finge no ser más que una joven superficial de la alta sociedad, pero por la noche es la Polilla Carmesí, una bruja justiciera que salva a las suyas de la purga. Cuando la vida de la única familia que le queda se pone en peligro, decide conseguir la información confidencial que tan desesperadamente necesita cortejando al apuesto Gideon Sharpe, un cazador famoso, implacable y leal a la revolución. Gideon desprecia la superficialidad y los lujos que Rune representa, pero, cuanto más la conoce, más atraído se siente por ella. Los dos comienzan un peligroso baile en el que cualquier paso en falso podría ser mortal. ¿Y si Gideon descubre que Rune es la villana a la que lleva dos años persiguiendo?
Un gran ejemplo de una idea buenísima muy mal ejecutada.
Para empezar, aunque hay magia y está catalogado como fantasía, a mí me ha dado muchas vibes a distopía. El mundo es bastante realista, aunque se sitúa en una época pasada que no queda muy clara. Los escenarios no me han convencido y puede que este no sea mi tipo de ambientación, pero ese ha resultado el menor de mis problemas leyendo el libro.
El mayor “pero” es que la trama no está bien hecha: sobre el papel pinta genial pero a la hora de construir la historia ésta flojea por todas partes. Él es un cazador de brujas y ella la bruja a la que lleva dos años persiguiendo; es un argumento curioso e interesante que si se hubiera desarrollado de otra manera estoy segura de que me habría encantado. Por desgracia, la autora no ha sabido pensarla bien y ha mezclado detalles demasiado convenientes con un montón de cuestiones incoherentes y sin sentido alguno. Creo que sabía qué tipo de historia quería escribir pero no cómo hacerla.
Él cree que Rune es la bruja que está buscando y ella sabe que Gideon sospecha de ella. Esto hace que ambos decidan seducirse mutuamente; el uno para descubrir si realmente la joven es la Polilla Carmesí y la otra para saber dónde llevan a las brujas que Gideon apresa y liberarlas. Podría haber dado lugar a un juego sumamente interesante y salseante pero se queda en nada cuando el instalove es palpable y no solo los sentimientos empiezan a surgir muy rápido, sino que lo hacen sin llegar a conocerse de verdad. Pasan de odiarse a quererse en un par de conversaciones, y siento que los pocos momentos que comparten no justifican las grandísimas emociones que dicen experimentar. Además, ella siempre ha fingido ser una chica tonta y superficial para que nadie descubra su verdadera identidad y muchas veces se comporta así delante de Gideon (incluso llegando a dar vergüenza ajena). Lo siento, pero no me creo que él pueda enamorarse de una persona tan pava (y, si lo hace, Rune no es así de verdad, con lo cuál ella no le gusta realmente). Puedo comprar la tensión sexual pero no el amor.
Rune no me parece tan lista como se da entender, de hecho la veo más como la versión estúpida que finge ser, y Gideon llega demasiado lejos en su farsa sin plantearse en ningún momento que si Rune no es bruja está jugando con la chica, e incluso teniendo sexo con ella, para dejarla después. Si ella le gusta tanto me extraña que no se plantee desde el inicio el daño que puede hacerle ni tener un futuro con ella. Por no hablar de que la única escena spicy está tan mal escrita que tuve dudas de si habían llegado a acostarse o no.
Dejando de lado temas escatológicos con la menstruación, como el hecho de que ella use para sus hechizos la sangre del ciclo de su amiga, incluso aunque sea sangre de hace semanas, hay un pseudo triángulo amoroso que no me ha gustado nada. Odio este trope y más aún si es entre hermanos. Me ha parecido gratuito e incómodo.
Aunque los capítulos son cortos en muchas ocasiones me aburría leyendo porque no conectaba ni con la trama ni con los personajes.
Todas las contradicciones y absurdeces tampoco ayudan: el pasado de Gideon posee una cantidad de drama excesiva e innecesaria y aunque sí que me gustó que le dieran un motivo de peso para odiar a las brujas cierta parte de éste resulta ridícula. Los padres de él eran modistas de las monarcas brujas y sus diseños resultaban los más cotizados del reino, así que me parece surrealista que esas mismas brujas intentaran volver loca a la madre cuando no tiene ningún sentido perjudicar a alguien que te está prestando un servicio único. Y la explicación para algo tan incoherente es… que las brujas son malas. Y ya está. No sé, pero estoy acostumbrada a argumentos un pelín más trabajados.
A pesar de que algunas cosas se ven venir, la manera en la que suceden resulta imposible de prever, ya que se da de la forma más cutre posible. A veces sentía que estaba viendo la típica peli de Antena 3 de después de comer. Creo que la autora podría haber pensado algo más elaborado en lugar de dar soluciones tan simples.
Crimson Moth es la primera parte de una bilogía (a menos que, como está pasando últimamente, se alargue a más libros) pero no leeré su continuación. Me ha parecido una historia mal construida, con un romance todavía peor desarrollado, y no he congeniado con ninguno de los personajes.
Leyna