viernes, 16 de octubre de 2020 Reseña: Siempre el mismo día Publicado por Leyna en 17:34

SIEMPRE EL MISMO DÍA es una historia de amor sin fecha de caducidad. David Nicholls, autor de DULCE DESPEDIDA, plantea un concepto muy original: tomar como referencia el día en que se conoció una pareja y observar a lo largo de veinte años, todos los 15 de julio, cómo se encuentra esa relación; qué cosas han cambiado para bien y para mal. Siempre el mismo día nos habla sobre el paso del tiempo y las dificultades para mantenernos fieles a nosotros mismos pero, sobre todo, nos relata una poderosa historia de amor.

Emma y Dexter, Dex y Em. Dos jóvenes que se conocen en una fiesta y que jamás imaginaron que esa noche cambiaría sus vidas. Seguimos sus 15 de julio desde el día que se conocen hasta 20 años después. Cada capítulo es un misterio: ¿cómo estará su relación? ¿Cómo habrá cambiado su vida? ¿Seguirá resistiendo su amistad?

Debo decir que me sorprendió su colegueo, recordándome a ratos a Dónde termina el arco iris, historia de dos amigos que a lo largo de los años se intercambian correspondencia, dejando así que el lector sepa cómo van evolucionando su vida, sus circunstancias y su relación. Pensaba que la historia de Dexter y Emma comenzaría ya con un romance, y lo que tenemos es una profunda y larga amistad. No me quejo, ojo, porque sí que hay amor, simplemente me había hecho otra idea leyendo la sinopsis.

Emma es una idealista, quiere cambiar el mundo y está decidida a poner de su parte para construir una vida mejor. Dexter, en cambio, es más cínico. Quiere divertirse, pasarlo bien, follar con muchas chicas y ser recordado. No es de extrañar que acabe siendo famoso y presentando programas de televisión. Tampoco es de extrañar que Emma termine enseñando y plasmando sus grandes ideas, reflexiones y valores. Ambos son muy diferentes y por eso se complementan tan bien. 

Emma es responsable, madura, ingeniosa e inteligente. Dexter... es bastante egocéntrico, la verdad. Bebe demasiado, se droga demasiado, es inmaduro y espera que todo el mundo esté disponible para él. Sobre todo Emma. Y, aún así, no me cayó mal. Ni pensando que no la merece. Quizá porque leyendo su perspectiva y conociéndolo vemos lo vacío y solo que se siente. Me habría gustado que ella fuera más decidida y él menos superficial, pero son personajes tan reales... que es imposible no quererlos. Su romance me ha sabido a poco.

Me gusta cómo evolucionan a lo largo de los años y cómo experimentan situaciones comunes en todas las personas: el paso del tiempo, el sentirse perdido, el no encontrar su lugar, el verse atrapados en relaciones o situaciones que no les hacen felices, el aferrarse a cosas que ya no son como pensaban... Etapas de la vida, a veces inevitables, y con las que podemos sentirnos identificados (o lo haremos). 

La narración es impecable, pero con lo que más he disfrutado ha sido con los diálogos. Tan ingeniosos y creativos, tan llenos de sarcasmo y, a veces, pullas... Me encanta el intercambio de comentarios entre el elenco, especialmente entre nuestros dos protagonistas.

Tengo que reconocer que este libro me partió en dos. Me destrozó. Pasé las últimas 50 páginas llorando y no paraba de pensar en él incluso después de haberlo terminado. 

No sabía que tenía adaptación cinematográfica y quiero verla, tengo muchas ganas.

Leyna