
Tras lo mucho que me entusiasmó Sombra y Hueso deseaba leer su continuación, aunque he esperado a que estuviera la trilogía completa para hacerlo y así evitar tirarme de los pelos hasta que se publicara el desenlace.
La historia comienza unas semanas después del final del primer libro, con Alina y Mal escondiéndose y reuniendo dinero para huir lo más lejos posible de Ravka. Pero las cosas no salen como planean y enseguida se ven cruzando el mar, envueltos en una misteriosa búsqueda y librando una batalla peor de la que imaginaban, pues el Oscuro ha vuelto más fuerte que antes y con un nuevo y terrorífico poder.
Me encanta el mundo en el que se sitúa esta saga: la ambientación, los Grisha, sus poderes, los místicos y atractivos escenarios… Es una historia que engancha y atrapa.
En esta segunda obra se desvelan importantes hechos que guían la trama hacia una dirección muy concreta.
La narración sigue siendo magnífica y el ritmo emocionante, pero si algo destaca es el maravilloso elenco.
En esta ocasión vemos a una Alina más fuerte y firme. Ha dejado atrás gran parte de su inseguridad y se muestra menos dubitativa. Ahora es una Grisha que toma las riendas, que no piensa parar hasta conseguir lo que quiere (por alto que sea el precio) y que está sedienta de poder. Ha sido genial descubrir esa nueva faceta de la protagonista que, lejos de ser perfecta, deja ver su parte más sombría pero a la vez humana.
El Oscuro es, sin duda, mi personaje preferido del libro y uno de los que más me gustan en general. Es atractivo, interesante y atrayente. Por desgracia, en esta novela no sale tanto como en la primera, pero siempre está presente y sus escenas son las más espectaculares: cada vez que el Oscuro aparece nos regala momentos estelares, es lo mejor de toda la obra.
Mal, que me cayó fatal en Sombra y Hueso, me ha convencido más en Asedio y Tormenta. Es cierto que sigue con actitudes y comportamientos que me sacan de quicio y que para mí es la ultimísima opción, pero está más entregado y dispuesto, haciendo varios sacrificios.
Nikolai es un personaje nuevo que cobra mucho protagonismo. Es seguro de sí mismo, ingenioso, carismático e inteligente. Él aporta el toque divertido y distendido a la novela; se ha ganado mi simpatía.
Asedio y Tormenta me ha gustado muchísimo, pero si tengo que escoger me quedo con su primera parte, por dos razones:
1. Aunque el Oscuro está siempre presente y Nikolai es una gran distracción, lo he echado de menos. No me hizo gracia que apareciera tan poco.
2. A pesar del nivel de acción de la obra, ésta se concentra al principio y al final, por lo que (aunque no me he aburrido en ningún momento) hacia la mitad de la historia no tienen lugar grandes hechos. Me parece que Asedio y Tormenta es un libro puente cuya finalidad es prepararlo todo para el desenlace en la tercera y última novela.
Reseña de Sombra y Hueso AQUÍ.
Asedio y Tormenta es una obra sorprendente y mágica, con una gran narración, unos personajes inolvidables y una historia fascinante.
Leyna