Ideas como libertad o igualdad murieron junto con la Tierra.
Esta distopía de ciencia ficción me llamaba la atención desde hace tiempo por todas las buenísimas críticas que cosecha, pero no estaba segura de que la trama fuera del todo lo mío y dudaba de que me fuera gustar. Por eso no me acababa de animar con ella. Por cuestiones de la vida, el jueves de la semana pasada probé los audiolibros por primera vez y me pareció que era la ocasión perfecta para descubrir si esta historia me gustaba o no. Empecé a escuchar y al primer capítulo ya estaba súper enganchada (hasta el punto de que empecé a buscar información sobre la saga, me enteré de que tiene un juego de mesa que quizás compre y saqué el libro de la biblioteca para descubrir si leído me gustaba tanto como escuchado).
La historia me atrapó desde el principio: Darrow es un rojo, el estamento más bajo en esta sociedad intergaláctica dividida por colores. Tiene 16 años y trabaja excavando y reuniendo el material necesario para terraformar el resto de planetas. Eo, su mujer, una roja como él, es lo que le da fuerzas para seguir en esa vida de miseria y esclavitud. No quiero contar mucho más porque empiezan a pasar cosas muy fuertes desde el principio y prefiero que os sorprendáis al adentraros en la historia.
La distopía es un género que me gustó mucho en su momento pero que de un tiempo a esta parte tenía algo abandonado; no por nada en especial, simplemente porque me apetecía leer otros géneros y coincidía que los libros que más me llamaban no pertenecían a este. Me encanta cómo el autor ha creado esta sociedad, las características y cualidades de cada color, y la originalidad que supone toda la trama. Que cada persona pertenezca a un color y que cada color esté destinado a una función en concreto me parecen conceptos sumamente interesantes y llamativos.
La narración me ha gustado mucho. Me encanta cómo se describen y explican tanto los diversos procesos que tienen lugar como el hilo de pensamientos y la psicología empleada por el protagonista para intentar avanzar y salirse con la suya. Darrow es un personaje apasionado, tenaz, impulsivo y rabioso, pero también muy inteligente y un estratega brillante; y eso me flipa. Todas estas intrigas políticas y de conducta, el intentar anteponerse al enemigo e ir un paso por delante, predecir el comportamiento de otros para crear planes y estrategias de batalla, etc. son detalles que me atraen muchísimo y disfruté inmensamente leyéndolos/escuchándolos.
La única pega que encuentro al libro es que hay un momento (que, por cierto, me recordó a Los juegos del hambre, pero peor hecho) en el que el ritmo se me hizo un poco pesado y, sobre todo, irregular. No tengo ningún problema en que haya similitudes con Los juegos del hambre porque es una trilogía que me encanta, pero sí lo tengo con que haya una parte del libro (para mí demasiado larga) que alterna pocas escenas interesantes con muchos momentos más lentos y que me aburrían.
Por suerte, varios capítulos antes del final, la cosa se pone realmente interesante otra vez y termina con un desenlace que promete muchísimo para siguientes libros y que esconde varias sorpresas y giros inesperados.
Si por algo destaca esta historia es por su gran cantidad de acción y tensión. Desde el principio tienen lugar un montón de sucesos emocionantes y que os dejarán con el corazón en un puño. Hay, como ya he dicho, muchísima acción, y también hay drama, amor, sorpresas, estrategia y leves toques de humor.
Amanecer rojo es una primera parte de saga increíble, que me ha sorprendido muy para bien y que me ha dejado con ganas de meterme de lleno en los siguientes libros.
Leyna