Nadie confía en ellos, pero muy
pronto, nadie los olvidará.
La ciudad está en la cúspide de
la industria y el poder, y la Exposición Universal ha dado una nueva vida a las
calles y ha desvelado antiguos secretos. Nadie está mejor informado que el
buscador de tesoros y acaudalado hotelero Séverin Montagnet-Alarie, y cuando la
Orden de Babel pide su ayuda en una misión, ofrecen a Séverin el único tesoro
que nunca habría imaginado: su auténtica herencia.
Para dar con el antiguo artefacto
que la Orden busca, Séverin reunirá a una banda de peculiares expertos con los
que explorará el oscuro y brillante corazón de París… y lo que encuentren
podría cambiar el curso de la historia… si logran sobrevivir.
HISTORIA:
Los lobos de oro nos presenta un mundo nuevo con una magnífica ambientación. El París del siglo XIX es una auténtica delicia, así como la forma en que la autora transporta allí al lector.
Sin embargo, siento que faltan algunas explicaciones. Nos metemos tan de lleno en este universo desconocido que a veces hay un exceso de saturación e información, lo que provocó que me encontrara algo perdida.
Punto a favor el mezclar la magia con los enigmas y matemáticas, pues lo encontré muy original.
PERSONAJES:
Séverin y Tristan son dos hermanos. El primero está indignado por cómo han arrebatado la herencia que le correspondía, y hará lo que haga faltta para recuperar lo que es suyo.
También conoceremos a Laila, una bailarina capaz de saberlo todo sobre los objetos que toca; Enrique, amante de la poesía y la historia;
Zofia, una joven autista con un talento excepcional para las matemáticas e Hypnos, el más sorprendente e histriónico del elenco.
Lo mejor es la gran diversidad que muestran los personajes y que los envuelve.
NARRACIÓN:
La autora escribe en tercera persona desde el punto de vista de varios miembros del elenco. Este cambio en el foco de atención ayuda a amenizar la lectura. Me gustó ver las cosas a través de los ojos de los distintos personajes.
RITMO:
El ritmo es algo irregular: a ratos iba rodado y en otras ocasiones se antojaba un poco lento.
El comienzo es muy potente, pero luego se va desinflando. Puede deberse a que no hay acción a raudales; quizá como primera parte se centra más en presentarnos ese mundo, con su funcionamiento y personajes, mientras que la emoción se desarrollará con más profundidad en las obras siguientes.
Leyna