
Easton Royal es un triunfador: es guapo, rico e inteligente. Su meta en la vida es divertirse tanto como pueda y nunca piensa en las consecuencias de sus actos. No necesita hacerlo.
Pero un día aparece en su vida Hartley Wright, una joven que pondrá su mundo patas arriba. A pesar de sentirse atraída por él, Hartley lo rechaza. Easton no entiende por qué, y eso la hace aún más irresistible. Hartley le dice que tiene que madurar. Y puede que tenga razón.
POR PRIMERA VEZ EN SU VIDA, LA RIQUEZA Y LA POPULARIDAD DE LOS ROYAL NO SERÁ SUFICIENTE PARA EASTON.
Leí los tres primeros libros de la saga Los Royal y, aunque el tercero me pareció flojo, los dos primeros me gustaron mucho. Las autoras tienen una forma de narrar adictiva y dinámica y saben sorprender. Por eso tenía muchas ganas a la historia de Easton (que me regalaron por el Día del Libro :P).
Ha estado bien y he disfrutado de la lectura, además me ha gustado más que El palacio malvado. Sin embargo, para mí sigue sin estar a la altura de las dos primeras obras de la serie.
Me gusta Easton. A pesar de sus siempre comentarios lascivos me caía bien en la anterior trilogía y me sigue agradando en su propia historia. Su desenfado y carácter dicharachero crean un ambiente distendido.
La que no me convenció fue Hartley. No sé si es porque no me creí su historia o porque al no conocer su punto de vista (ya que la novela está narrada íntegramente por Easton) no la sentí tan cercana; el caso es que no he simpatizado con ella. Me gustaba más al principio de la trama, espontánea y algo torpe, que la versión extremadamente distante, desconfiada y malhumorada que vemos a medida que avanza el libro. Entiendo que su situación es difícil, pero me choca ese cambio con respecto a los primerísimos capítulos.
Ella y Reed no aparecen mucho, aunque ella sale más que él, quién se ha ido a la Universidad y ya no vive en la mansión. Puede que por verla desde fuera o porque la situación está más calmada, Ella me ha parecido más tranquila y no tan fiera. Lo que me da rabia es notarla tan dependiente de su novio.
El heredero caído mantiene el ritmo fluido y ameno de los otros libros; se lee enseguida. Es una lectura entretenida y fresca, con puntos de humor y drama. Y, por supuesto, engancha y provoca ganas de seguir leyendo.
En cuanto al argumento, se diferencia bastante de las tramas anteriores, ya que no sigue el mismo esquema y el romance es muy distinto. Es un punto que no sea el típico enamoramiento.
Y aquí están los aspectos que no me han gustado.
Por un lado, no puede negarse que la saga está llena de tópicos. No siempre me molesta si la historia está bien llevada. El problema es que creo que las autoras perpetúan ciertos estereotipos y prejuicios. Empieza a chirriarme que todas las chicas que "merecen la pena" (como Ella, Val o Hartley) vivan humildemente o no provengan de familia rica. Como si no tener trabajo a los 16 años fuera vergonzoso o como si crecer entre lujos te convirtiera automáticamente en alguien mimado, caprichoso y consentido. Pero sólo a las chicas claro, porque, eh, los Royal son los primeros que se aprovechan de su posición y del dinero de papá y son muy guays; pero si lo hace una tía es una zorra y una interesada ¬¬
Otra de las pegas que encontré es que ciertos recursos y conversaciones se me antojaron muy repetitivos. Puedo creerme que Easton se entere de cosas privadas o que no debe porque escuche una conversación sin querer, pero que eso ocurra 3 o 4 veces me parece demasiado conveniente. Y sus escenas con Felicity son excesivamente redundantes: sus diálogos son prácticamente los mismos.
El final, para no variar, es de infarto. Ya quiero tener el siguiente libro para saber qué va a pasar y cómo van a desarrollarse los acontecimientos.
Reseña de La princesa de papel AQUÍ
Reseña de El príncipe roto AQUÍ
Reseña de El palacio malvado AQUÍ
El hederero caído, a pesar de ciertos detalles que para mí le restan puntos, conserva la frescura, el ritmo ágil y las sorpresas que caracterizan la saga.
Leyna