Tragedia. Trampas. Traición. Nadie puede escapar de los Royal.
Desde que Hartley Wright conoció a Easton Royal, su vida ha cambiado por completo: los enemigos acechan en las esquinas y los peligros se ocultan en las sombras. Un día, la tragedia llama a su puerta cuando Hartley sufre un terrible accidente y pierde la memoria.
Ahora no confía en nadie y su instinto le dice que Easton es peligroso. El joven Royal siembra el caos allí donde va y los sentimientos que despierta en ella la confunden todavía más. Hartley no sabe si el chico de ojos azules es su salvación o su perdición.
Easton quiere que Hartley recupere la memoria, pero ella cree que es mejor olvidar el pasado. Y puede que tenga razón…
El reino destrozado pone fin a la saga Los Royal y, en particular, a la historia de Easton. Como no podía ser de otro modo, esta obra tiene el sello que caracteriza a la serie (tanto para bien como para mal).
Los puntos positivos son, como es costumbre, la narración, las sorpresas y el ritmo, además de los personajes (aunque me gustaba mucho más la pareja protagonista de los tres primeros libros).
Easton, a pesar de su chulería, transmite alegría y buen rollo. Me gusta el aire desenfadado y dicharachero que aporta a la trama, cómo sus comentarios ingeniosos aligeran el ambiente, la soltura con que se desenvuelve y su facilidad para bromear sean cuales sean las circunstancias. Hartley me ha convencido algo más en esta parte de su historia, pero me cansaba que (al igual que pasaba con Ella, sólo que con ésta lo he sentido más exagerado) todo a su alrededor sea tan extremo. Me resultaba cargante que, para que quedara de pobrecita, todo el mundo fuera tan cruel y ofensivo con ella: no hacía falta victimizarla de esa forma y no me parecía creíble.
En cuanto a la trama, el argumento continúa exactamente donde lo dejamos: tras el fuerte desenlace de la obra anterior. Las sorpresas siguen sucediéndose, dejando al lector con la boca abierta, y el ritmo es fluido. Es agradable empezar la lectura y sentir que estás como en casa, visitando a unos viejos amigos. Estas novelas tienen un no sé qué que engancha y da ganas de seguir leyendo.
La narración también atrapa, con el lenguaje directo de Erin Watt y sus toques de humor. Así como El heredero caído estaba narrando enteramente por Easton, esta vez su punto de vista se alterna con el de Hartley. Puede que por eso me haya sentido más cercana a la protagonista que en la anterior ocasión. También se agradece la continuidad de la historia, que nos permite conocer la resolución de hechos sucedidos antes de Hartley.
Lamentablemente, después de 5 libros, las cosas que no me gustan me rechinan más.
Principalmente, siguen las flipadas y hechos extremadamente surrealistas (por no hablar de incoherencias, como que digan que la casa de Hartley y la de su hermana están a media hora y en la página siguiente ese tiempo cambie mágicamente a 10 minutos) pero lo que más me cabreó y sacó de quicio fue la extrañísima amnesia de nuestra protagonista. Sé que el cerebro es impredecible y complejo y que en estas cosas no hay nada escrito, pero la pérdida de memoria de Hartley es demasiado conveniente. No paran de repetir que ha olvidado los últimos 3 años (qué casualidad, oye) pero entonces ¿por qué no se acuerda de sus padres? ¿de sus gustos? Es inconcebible que si la amnesia ha borrado sus tres últimos años no recuerde si la gustan los perritos calientes o quién es su familia, cuando eso es anterior a dicho intervalo de tiempo. Pero, en cambio, y esto sí que es alucinante, sabe con todo lujo de detalles la vida y cotilleos de una conocida con la que apenas ha tratado ¬¬ Ver tan claramente cómo las autoras usaban la amnesia de manera tan forzada para crear interés y cómo se acordaba o no de algo cuando convenía, me sacaba muchísimo de la historia.
Para no perder la costumbre (y en este aspecto las autoras no decepcionan) el desenlace es muy telenovelesco, sorprendente y lleno de acción. Con grandes revelaciones y situaciones fuertes.
Reseña de La princesa de papel AQUÍ
Reseña de El príncipe roto AQUÍ
El reino destrozado es un final de saga que, a pesar de detalles sacados de la manga y situaciones surrealistas, tiene un ritmo ágil, una trama interesante y hace que quieras seguir leyendo.
Leyna