martes, 6 de septiembre de 2016
Publicado por
Leyna
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El lado perdido,
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Trilogía Una Vida Oculta
Después de que la Alianza quedara prácticamente destruida, Nathan se vio obligado a ser partícipe del más doloroso crimen. Ahora su sed de venganza es cegadora. No le deja dormir, sus visiones están bañadas en sangre y no descansará hasta aniquilar a todos los que han hecho de su vida un infierno. Pero como ha sucedido desde el principio, Nathan tendrá que tomar partido, no sólo en el combate final entre los dos bandos enfrentados en el exterior, sino también entre los dos lados que luchan dentro de él. De su decisión dependerá lo que ocurra, y sólo él tiene el poder para que todo arda o para que una esperanza pueda nacer.
Tenía unas ganas locas de leer El lado perdido y conocer el desenlace de esta espectacular trilogía.
El lado oscuro me enganchó y atrapó hace dos veranos; un año más tarde volví a caer en las redes de esta historia con El lado salvaje (que para mí supera a su primera parte) y estas vacaciones no podía faltar entre mis lecturas la culminación de la saga.
El final de la novela anterior fue de infarto por el ritmo que tomaron los acontecimientos y por la gravedad de los hechos que tuvieron lugar. Por eso El lado perdido comienza con el elenco sufriendo las consecuencias de lo ocurrido. A pesar de los meses que han pasado desde entonces el panorama no pinta bien para los miembros de la Alianza, que se encuentran tensos, temerosos y confusos.
Uno de los muchos puntos fuertes de estos libros es su increíble elenco. Personajes curiosos y frescos como Rose, poderosos e inaccesibles como Mercury, retorcidos como Jessica, atrayentes como Van, graciosillos como Nesbitt, imponentes como Marcus, entregados y dispuestos como Gabriel o complejos como Nathan (por decir algunos). Sin embargo, en esta novela el elenco no me ha encandilado tanto como en las entregas anteriores. Nathan, nuestro protagonista, es quién lleva todo el peso de la trama junto a Gabriel, pero esta vez no los acompañan tantos personajes como estamos acostumbrados. Además, su situación y todo lo sucedido hace que Nathan esté más borde e irascible de lo normal y que Gabriel se encuentre más apagado.
Aún así me encantan ambos (sobre todo Gabriel) y me encanta su relación. En este libro Nathan se muestra más decidido, feroz y contundente que nunca. Ha pasado por mucho, es consciente de que es una pieza clave en la guerra entre Brujos Blancos y Negros y sabe que su papel es arriesgado: una jugada de todo o nada. Gabriel, a pesar de perder algo de chispa, sigue siendo ese joven carismático, inteligente y con recursos que me conquistó desde el principio, pero más firme.
La narración de Sally Green me mantuvo, una vez más, completamente absorta. Estaba inmersa en cada página, pendiente de todos los detalles y haciendo mil cábalas sobre lo que podría ocurrir. Esta saga es brutal en muchos sentidos, ya que cuenta con escenas y sucesos realmente fuertes y demoledores.
El ritmo, en especial al final, es vertiginoso. La tensión y la angustia son palpables en muchos momentos pero sobre todo durante el emocionante desenlace, que leí con el corazón encogido.
Hay un acontecimiento concreto que me imaginaba, pero el resto de hechos transcurridos en los capítulos finales no los vi venir: me quedé con la boca literalmente abierta en varias ocasiones.
Las últimas páginas me transmitieron muchísima nostalgia: no puede negarse que el desenlace es súper impactante y emotivo. De esos que no se olvidan.
Reseña de El lado oscuro AQUÍ
Reseña de El lado salvaje AQUÍ
Reseña de El lado falso (historia corta) AQUÍ
Reseña de El lado real (historia corta) AQUÍ
El lado perdido pone fin a la trilogía Una vida oculta, una saga emocionante, intensa y desgarradora.
Esta apasionante última entrega se caracteriza, al igual que los libros anteriores, por una narración adictiva y peculiar, un ritmo frenético, una historia interesante y sorprendente y unos personajes fascinantes.
Leyna